Todas las supuestas trifulcas que habría deparado la reunión
del viernes entre la Delegación del Gobierno, Capitanía
Marítima, Marina Mercante, las Fuerzas y Cuerpos de la
Seguridad del Estado y las cuatro navieras que operan en la
línea Ceuta-Algeciras se quedaron ayer en agua de borrajas
cuando la institución de la Plaza de los Reyes dio a
conocer, una vez trasladado su contenido a la UGT, el
protocolo de actuación pactado entre las partes “ante
posibles situaciones conflictivas”.
“El objetivo de la reunión”, recordó ayer Delegación, “era
analizar las soluciones a adoptar en los casos en que los
viajeros se enfrentar con el personal de las navieras a la
hora de comprobar que su identidad coincide con la reseñada
en el correspondiente billete”. Dado que los trabajadores de
las compañías tienen la obligación de negar la tarjeta de
embarque a los pasajeros con títulos expedidos a nombres que
no coincidan con el suyo “ello provoca que, en contadas
ocasiones, haya reacciones airadas del pasajero, que a veces
se enfrenta e incluso atemoriza al personal encargado de ese
control”.
Los agentes implicados han considerado que “dichas
situaciones pueden tener su origen en una falta de
información del pasajero”, por lo que las navieras han
pactado con la Delegación “incrementar su esfuerzo
informativo insertando una nota en los medios de
comunicación donde se establezca muy claramente que la
identidad del pasajero debe coincidir con la que consta en
el billete y que, en caso contrario, le será negada la
tarjeta de embarque”.
Igualmente, se pedirá a las agencias de viaje que junto con
el billete entreguen a sus clientes una nota similar.
“Medidas precisas de control”
Para el caso de que los pasajeros con billetes no expedidos
a su nombre “hicieran caso omiso de dicha información y
creasen situaciones conflictivas con el personal de las
navieras” la Autoridad Portuaria se encargará de garantizar
que “al menos un miembro de la Policía Portuaria” se
encuentre cerca de las casetas de control “para reafirmar al
pasajero la imposibilidad de entregarle la tarjeta si su
identidad es diferente a la que consta en el billete”.
Si el afectado persistiese “en actitudes de rebeldía,
coacción o amenaza”, el agente portuario tendrá que dar
cuenta inmediata de ello a las Fuerzas de Seguridad que se
encuentran en la Estación Marítima del puerto “al objeto de
que estas obren en consecuencia y procedan a restituir el
orden alterado y a proteger al personal de las navieras de
cualquier amenaza de la que pudieran ser objeto”.
La Delegación del Gobierno recordó ayer que este acuerdo fue
adoptado “por unanimidad”, sin que ninguno de los presentes
manifestase “oposición o matización alguna a su contenido”.
Además, agradeció las manifestaciones de fuentes de Baleària,
Acciona y Euroferrys que ayer, en este periódico, valoraron
de forma positiva la reunión del viernes pasado y
reconocieron que la misma “se desarrolló en términos
cordiales y de colaboración en la búsqueda de soluciones al
problema planteado.
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