¡Han triunfado ustedes, colegas!
Lo digo por la inminente visita del bueno de Mariano Rajoy a
Ceuta y luego a Melilla. Ya lo dice la Revelación y el
oráculo herculiano, más un petroglifo en piedra del
neolítico “Ceuta y Melilla, del toro de Osborne, las
criadillas”. ¿Qué están murmurando a mis espaldas? ¿Qué les
invite a una caña con una tapa de criadillas y nos demos un
buen festival en la barra de un bar? Ni soñarlo.
Mi dinero permanece en mi bolsillo, yo no doy ni los buenos
días, por algo soy neoconservadora de la línea de Sarkozy,
quien quiera criadillas o huevecillos, que se lo trabaje
porque, la nueva Europa, cojitranqui sin la gran Rusia que
debería ser nuestra nueva adquisición, requiere que, cada
logro, esté precedido de trabajo, esfuerzo, disciplina,
valores y sacrificio ¿Ahora que están criticando? ¿Qué por
una simple media ración de criadillas no se van a partir la
espalda y estragarse? Pues no se estraguen, pero se joden y
se quedan sin exquisiteces gastronómicas y encima pierden la
ocasión de llamarme al convite, estirarse y que brindemos
juntos por Ceuta y por Melilla, por su españolidad y por
nuestros cojones, porque no nos las van a quitar. Eso sí.
Los vecinos reivindican de cuando en cuando, buscándose el
enemigo externo, seguramente para poseer más territorio de
costas y que haya un poco más de facilidad de que huya la
gente en las pateras. Pero de eso nada, monadas, esto es
nuestro, igualito que Albacete o Matalascabrillas del Duque
y el antiguo Protectorado, que es una tierra más bonita que
un San Luis y con la gente más fetén de Marruecos, el
antiguo Protectorado… En fin. No me voy a poner
reivindicativa ni a pedir la convocatoria de referendums,
pero Tetuán escuece y Nador y Larache y Alhoceimas ¡Tierra
maravillosa! ¡Y esa raza rifeña que no se puede aguantar! ¡Y
esas gestas de Abdelkrim que quiero novelar, por sentimiento
y por quereres! Bueno, que nos quedemos como estamos, pero
los hispanorrifeños también tenemos derecho a nuestra
Memoria Histórica, a que nos indemnicen, subvencionen,
ayuden socialmente y a que intervengan mediadores
interculturales y payasos onegetistas en plan bálsamo
reparador de nuestras añoranzas y nuestro grave riesgo de
exclusión social, porque somos minoría étnica desfavorecida,
es decir, rifeños y pobres.
Y apuesten cualquier cosa a que Rajoy, en sus intervenciones
ceutíes y melillenses, nos ningunea. Ni una puta alusión a
los que no somos ni carne ni pescáo y que solo usamos
nuestra memoria esclarecedora, para sentirnos aún más
relegados y jodidos.
¿Qué dicen? ¿Qué tienen un mensaje personal de Gordillo y un
detallito para los nacidos antes de 1956 en el Protectorado?
¡Me lo den! Me refiero al detalle, lo del mensaje me da
igual, lo pueden ir diciendo mientras deslío el objeto
envuelto en elegante papel de seda. Bueno, si alegan que se
me dirige, en plan testimonial, una poesía al estilo del
mester de clerecía, es decir, de cuatro versos terminados
siempre en idéntica consonante, al aire del benedictino
Gonzalo de Berceo les dejo que reciten, aunque la poesía del
siglo XIII siempre me ha parecido densa y repetitiva ¡Me la
digan! “Harías mejor en callar, mamona. Y dirigir por otro
cauce tu lengua simplona.
Que bien se te conoce por vulgar y julandrona. Rifeña
carachumbo, calorra merdellona” ¡Miren que ocurrente! Pero
ya había avisado que, el estilo del siglo XIII resulta denso
y con una métrica discutible, de hecho, no me doy por
aludida. ¿Qué si me ha gustado el detalle primorosamente
envuelto? Bueno, regalar una bota de cerámica con la leyenda
“Ceuta, sol de España en África” No resulta excesivamente
imaginativo, mejor me hubieran regalado un kilo de
langostinos y, por mi parte, estaban cumplidos.
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