El informe firmado por la
subsecretaria de Medio Ambiente en nombre de la Ministra
para no asistir de razones a los pescadores de Ceuta durante
el cierre del Foso como consecuencia de la intensa
sedimentación arenosa procedente de La Ribera en los
fortísimos Levantes de 2005, es sencillamente para enmarcar.
El Foso Real o de San Felipe “único foso navegable de
Europa” [como se defiende por activa y por pasiva en las
constantes llamadas turísticas de Ceuta] no es navegable
para el Estado según el informe en cuestión que apunta a que
es una maniobra negligente o imprudente su cruce. Se apela a
un informe del Area de Proyectos y Obras en que, después de
analizar los realizados por la Autoridad Portuaria - se dice
en el escrito- y de la Capitanía Marítima de Ceuta, concluye
que el Foso no está autorizado como canal de entrada y
salida del puerto.
Por lo tanto, ni los barcos de la flota pesquera de la
ciudad, ni las embarcaciones de recreo, ni las embarcaciones
destinadas a la seguridad adscritas a la Guardia Civil, ni
las de Cruz Roja, ni las pequeñas embarcaciones de
Salvamento Marítimo atraviesan legalmente el histórico Foso
de las Murallas Reales a tenor de lo explicitado por una
resolución del Ministerio de Medio Ambiente, organismo en el
que se encuadra la Dirección General de Costas.
En cualquier caso, esta resolución fechada en octubre de
2006 y que se ha conocido ahora, se toma después de que la
regeneración de la playa de La Ribera afectara notablemente
la permanente navegación que ‘históricamente’ ha atravesado
este Foso desde hace trescientos años y que concretamente en
2005 afectó notoriamente a la flota pesquera de la ciudad.
La Administración General del Estado, movilizada ante las
consecuencias, desde la representación estatal en Ceuta,
realizó ‘mejoras’ en el espigón de Levante de la playa de La
Ribera [que no han debido ser suficientes dado que se estima
para octubre que los sedimentos impidan finalmente todo tipo
de navegación] y se dragó el Foso para limpiarlo de arenas
sedimentadas. Dos años después la situación tiene visos de
repetirse pero, en esta ocasión, una resolución de ‘no
navegabilidad’ aliviará responsabilidades urgentes a la
propia Administración que, por otra parte, y eso es lo
increible, son derivadas mediante este escrito a los dueños
de las embarcaciones por usar un canal “no apto”.
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