Poca gente conoce que la barriada juan Carlos I se construyó
en 1978 para alojar a quienes habían estado viviendo en el
antiguo Sáhara español, en el Río de oro. Es extraño que no
se elegiese este nombre, mucho más poético, para una
barriada que iba a estar destinada a reproducir el lugar
donde habían comenzado sus vidas toda esa colonia de
españoles. hoy, Juan Carlos I es una barriada que ha crecido
mucho desde que se comenzó a construír hace treinta años.
Han llegado a la barriada gente de la antigua colonia
española y de otros puntos de la ciudad, en concreto desde
‘Patio Centeno’ y desde el antiguo ‘Barrio de las latas’.
el crecimiento de esta barriada ha sido muy importante,
tanto, quer hoy las habitan 7000 familias, trabajadores la
gran mayoría. África Saborido, la presidenta de la
Asociación de Vecinos de la barriada, nos cuenta que está
muy contenta con el último año, “la barriada ha vivido una
serie de cambios muy importantes, sobretodo en cuanto a
limpieza y a los arreglos de la acera”.
La barriada vive tranquila, sin problemas de seguridad. Los
trabajadores que en ella habitan están contentos con la
marcha de un barrio que ha sido de gente humilde y no ha
gozado de muy buena fama en los últimos años. Este último
detalle, se encarga de desmentirlo África, para quien “los
últimos años no han sido buenos en cuanto a la fama del
barrio, parecía que aquí había mucha inseguridad, pero esto
ha cambiado, ahora se vive muy bien, tenemos de todo, y el
ayuntamiento está preparando muchos arreglos para los años
próximos”.
Estos arreglos de los que habla África, no son otros que las
nuevas pistas deportivas, una necesidad acuciante, en
especial para la población jóven, que sufre un elevadísimo
número de paro.
Éste es quizá el punto más agrio en la radriografía de ola
barriada de juan carlos I, en efecto se trata de una
barriada en la que se ha invertido mucho en los últimos
años, pero tiene un índice de desocupación muyt elevado, en
especial entre los jóvenes. Este problema es tan importante
que África no puede resistirse a no pasarlo por alto,
“deberían pensar en los jóvenes, ofrecerles alguna opción”.
Las recientes obras que se están acometiendo en la barriada
vienen a suplir las carencias que en este sentido tienen los
jóvenes de Juan carlos I. Las obras de las futuras pistas
deportivas guardan en su interior las esperanzas de los más
mayores del barrio, que ven cómo sus jóvenes no pasan buenos
momentos y cómo sufren las consecuencias de un paro forzoso
al que no pueden resignarse. La falta de opciones culturales
es, pues, uno de los factores de descontento principales
etntre los habitantes de Juan Carlos I, que ven en esta
situación “calamitosa” el contrapunto a los avances que han
experimentado en los últimos años.
Otro aspecto con el que no están contentos es con la escasez
de parques. Se espera que con la nueva construcción de las
pistas deportivas se construya al lado un parque urbano algo
que echan de menos quienes llevan viviendo aqui cerca de
treinta años. Este parqu vendría a solucionar el problema de
la juventud ociosa de la barriada, y les ofrecería una
alternativa a la escasa oferta de opciones culturales que
tienen en Juan carlos I.
Por lo que respecta a la educación, la barriada lleva bien
cubiertas sus necesidades. Dos colegios, el santa Amelia y
el Juan carlos I, cubren las plazas necesarias de la barrada
obrera. El comercio, por otra parte, ha sabido aprobechar
las mejoras en las infraestructuras y las comunicaciones,
hasta el punto que casi es innecesario acudir al centro de
la ciudad a no ser que sea para asuntos muy puntuales.
Peluquerias, pescarderías y todo tipo de comercios, se han
asentado en esta barriada para hacer más cómoda la vida de
sus vecinos. Juan Carlos I es una barriada que tiene
oportunidades que ofrecer, que ha crecido, y en la que
conviven además de las cuatro culturas famosas, gitanos, los
olvidados de Ceuta, y todos se llevan bien y apuestan por el
barrio.
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