Jornada extraordinariamente
emotiva la vivida en el Puerto de Santa María especialmente
en su recinto ferial. Este año Ceuta es la protagonista y no
han faltado parabienes para los ceutíes que, orgullosos, se
han paseado -de lujo- por el Real.
Grande, muy grande el día de ayer para los centenares de
ceutíes que han querido compartir con la comitiva oficial
encabezada por el presidente la jornada inaugural de la
Feria de Día.
El izado de las banderas [la de España, Andalucía, Ceuta y
la del Puerto de Santa María] fue el preludio para -con el
corazón encogido- oir los sones del himno de la ciudad cuyo
eco se extendió por todo el recinto. La emoción recorrió a
todos los caballas presentes [todo se aprecia mucho más
cuando se está lejos]. Pero el calor y el excelente trato
recibido por los portuenses a la comitiva oficial ceutí
produjo esa sanísima sensación de sentirse queridos allende
de nuestros límites territoriales.
Hoy nos sentimos también portuenses y este concreto gesto de
simpatía y de hermanamiento no quedará en el simple acto
protocolario que se ha sustentado con el boato adecuado y la
compenetración y la cordialidad general de ambas
instituciones locales en el día grande de la Feria del
Puerto, irá más allá; debe ser el primer paso para continuar
en el tiempo esta relación de hermandad entre dos
poblaciones que comparten tantas características comunes y
tantos sentimientos pese a estar situados en dos orillas
distintas del Estrecho de Gibraltar.
La caseta de Ceuta es, además, una perfecta embajada de lo
ceutí ubicada en la calle principal del Real de la Feria
portuense. El calor mostrado hacia la comitiva oficial por
parte de los naturales del Puerto de Santa María y aún más
la de los propios ceutíes residentes en la península [Cádiz,
Campo de Gibraltar, Sevilla] provocó, a veces, la sensación
de no haber salido de la ciudad.
En la consagración de lo previsto hace meses y llevado a la
exitosa práctica en el Puerto, se ha demostrado que Ceuta es
querida al otro lado del Estrecho y que, en concreto, con lo
vivido en el Real de la Feria de la Primavera y del Vino
fino se ha conjugado a la perfección los sentimientos
ceutíes con los de los portuenses... y viceversa. Feliz
Feria.
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