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La División de Formación y
Perfeccionamiento de la Jefatura Superior de Policía de
Ceuta, con la colaboración de la Comisaría General de
Policía Judicial organiza desde ayer y hasta hoy un curso
dirigido a los profesionales interesados en el fenómeno de
la globalización en el terreno judicial y policial.
Bajo el título de “La Cooperación Policial Internacional”,
los cursillistas se informan de los avances llevados a cabo
en nuestro país en el ámbito de la coordinación y
cooperación con fuerzas policiales de otros países para
hacer frente a las nuevas modalidades delictivas que cada
vez cuentan con menos fronteras porque también determinada
delincuencia se ha globalizado.
Expertos en materia de cooperación pertenecientes a la
Comisaría General de la Policía Judicial y que desarrollan
su labor en distintas actividades en servicios como Interpol
o Europol, se encuentran en Ceuta aleccionando a los
funcionarios policiales.
La unidad de acción policial mundial en la lucha contra el
terrorismo global internacional es uno de los puntos de
referencia de estos cursos. El trabajo de la policía, tal y
como está actualmente concebido el mundo de la delincuencia
generalizada, necesita del aporte de conocimiento de los
países en la búsqueda de un resultado común: la erradicación
de prácticas ilegales que atentan contra el bienestar social
de las personas. Cerrar las puertas a la delincuencia, sea
del tipo que sea, persiguiendo mundialmente a los que
infringen las normas legales, debe ser una de las mejores
armas para lograr que el delincuente no encuentre cobijo
seguro en según qué entornos.
El aporte de información interpolicial es vital. Es cierto
que aún hay ciertas reticencias en compartir informaciones
que forman parte del archivo documental de las distintas
unidades de inteligencia policial, pero llegado el nivel de
unidad supranacional con el ejemplo de la Unión Europea, la
Europol tendría que ser ya el centro de operaciones general
en la lucha de cualquier actividad ilícita que transgreda
las leyes de la propia Unión. Si bien el flujo de
información comienza a ser más caudaloso, la amenaza del
terrorismo internacional sobre occidente ha logrado lo que
hasta entonces era un simple ideario y, en estos momentos,
un arma perfecta en la lucha contra el terror, la
cooperación policial internacional.
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OPINIÓN / EDITORIAL
