La Unidad de Cooperación Policial Internacional que agrupa
Interpol (186 países del mundo), Europol (países de la Unión
Europea) y Sirene (países Schengen) además de desarrollar el
más completo y coordinado trabajo policial en un amplio
concepto supranacional aunando esfuerzos y logrando confluir
los intereses de los distintos países miembros de esta
estructura mediante métodos operativos y viables tanto
policial como judicial en aras a que el delincuente no quede
impune ante cualquier hecho delictivo, pero además dedican
tiempo a la formación.
Francisco José Aranda es el comisario principal, jefe de la
unidad de Cooperación Internacional encargado de formar en
determinados conceptos de coordinación y cooperación quien
explica que la suya, en el ámbito de la formación, “es una
unidad en la que trabajamos en equipo y lo hacemos para
todos los cuerpos [Policía Nacional, Guardia Civil,
Autonómicas, Policía Local, Aduanas e incluso Ejército].
Englobamos a todos porque una de las filosofías que seguimos
es lo que se conoce como concepto ‘Tax Force’ [suma de
esfuerzos] dado que tratamos de hacer equipo a la hora de
acometer un problema”.
Promueven el concepto de colaboración internacional de un
modo directo en todos los campos posibles, en toda la
filosofías de delitos con los matices diferentes que
entroncan las diferentes legislaciones de los distintos
estados miembros tanto de Interpol, Europol y Sirene que
tratan que sean coincidentes [cuentan con una vertiente
judicial y policial para lograrlo].
La Unidad de Cooperación Policial Internacional realiza
búsquedas y capturas internacionales por la Ley de
Extradición en el caso español o lo que se entiende en el
ámbito europeo como OEDE [orden europea de detención y
entrega] que agiliza enormemente el trámite, “uno de los
últimos casos solicitado por Portugal se logró detener en
sólo 24 horas al individuo sobre el que pesaba esta concreta
orden”, explicó Aranda a modo de ejemplo.
“El individuo es el terrorista no la religión”
Este profesional de la Policía que rezuma vocación cuando
describe los aspectos del cometido de la unidad de la que es
el máximo responsable conoce a la perfección, por otra
parte, la nueva amenaza que se cierne sobre occidente desde
los entornos extremistas basados en la religión y, en este
caso, la islámica. El comisario Aranda, jefe de la Unidad
que además de coordinar la acción policial en España engloba
en nuestro país la estructura Interpol, Europol y Sirene
tiene muy claro que “el extremismo islámico [no cree que sea
correcto emplear términos como fundamentalista o islamista]
se excusa en la religión pero en realidad el que delinque es
el individuo no la religión”, matiza y enfatiza, “hablamos
de personas influenciadas por terceros, quien comete esos
actos son seres humanos radicales que parten de un
planteamiento propio o de grupo que evolucionan por
diferentes causas desde una personalidad débil y son
captados inclusive al ‘engancharse’ en cualquiera de las
centenares de páginas webs radicales en internet”. Aranda
cree en métodos socialmente integradores “no sólo tarea
policial, se necesitan elementos sociales y educacionales
capaces de transmitir valores y principios que corrijan
actitudes identificando los límites de la libertad personal
que siempre acaban donde comienza la del otro”.
Curso en Ceuta
Dentro de la colaboración internacional, Ceuta como Melilla
tienen un factor esencial al ser frontera sur de la UE. “En
estos cursos tratamos de refrescar conocimientos,
actualizarlos y poner a disposición del personal las
herramientas de consulta que vamos disponiendo para agilizar
la tarea policial a nivel mundial”. Además de la teoría hay
un enfoque práctico con supuestos para que el personal asuma
esos conocimientos en el desarrollo de su profesión. Hoy
culmina el curso formativo en el edificio polifuncional de
la frontera del Tarajal.
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