Las telebasuras, esos programas
que tienen distintas cadenas de los que viven unos pocos,
bien pagados por cierto, contándonos las miserias de los
demás, ya no saben que sacar para seguir manteniendo esos
programas basuras a los que, por cierto, todo hay que
decirlo, acude una clientela adicta al chismorreo y a
escuchar lo que cuentan sobre la vida de cualquier personaje
famoso, sus amores, sus desamores, y todas las miserias que
puedan sacar de los mismos.
Si a muchos de los contertulios y de esa clientela adicta, a
estos programas, un día se les sacara también parte de su
vida o de algunos de sus familiares, seguro que nos les
hacía gracia alguna y pondrían el grito en el cielo,
lanzándose contra quienes han osados sacar algunas de sus
miserias. Porque aquí, con toda tranquilidad, sin temor a
equivocarnos mucho, podríamos incluir esa frase bíblica que
dice: “Quien esté libre de pecado, que tire la primera
piedra”.
Ahora han puesto en marcha un programa titulado “Hormigas
blancas”, donde nos cuentan la vida de algún personaje
famoso, en su parte más oscura. Vamos, algo así como “Esta
es su vida”, pero sólo en su parte mala, como si no hubiese
hecho nada bueno en toda su carrera. Una auténtica vergüenza
para contarnos algo que, casí todos, sabemos de memoria, al
menos los que hemos vivido en ese mundillo o los que han
tenido a bien leer algunas que otras revistas de aquellos
tiempos, donde se contaban ciertas cosas de los famosos. Ese
programa, llamado pomposamente de investigación, no es más
que la recopilación de una serie de datos más que conocidos.
O sea, para aclararnos, no nos enseñan nada que se
desconozca, a pesar de la intervención de los tertulianos
que, a veces, han sido en aquella época, los que han contado
esas series de actuaciones de los famoso, en determinados
momentos de sus vidas. Como decía la sabia de mí abuela;
“paras ese trabajo no se necesitan alforjas”.
Que nos vengan a decir, a estas alturas, como algo novedoso,
que Bibi Andersen, nació enTanger, hizo la mili en Ceuta y
en su juventud era un hombre que se llamaba Manolo, es para
mearse y no echar una gota, ante tan notable novedad. Ante
ese conocimiento ofrecido, como tan importante novedad sobre
Manolo Fernández, hay que descubrirse y pedir para la
cadena, el mayor premio que se dé a una televisión.
Ahora, con el bombo y el plastillo que requiere la cosa, nos
anuncian que, en nada, le toca el turno a Carmen Sevilla.
Qué nos vana contar qué Mario Moreno “Cantinflas, el genial
actor mejicano del que uno es un gran admirador, le regaló
un brillante para que se casara con él o la celebre escena,
tanta veces repetidas, del beso que le robó Charlton Heston
o algunos de los desnudos que hizo pera sus películas que se
visionaban fuera de España, por la censura de aquella época
o nos vana contar lo de su amor por Luís Mariano.
Espero que sean algo más originales, de las historias que se
han venido contando sobre Normal Duval o Bibi Andersen
porque, de lo contrario, vais a resultar más aburridos que
un parchís a las cinco de la mañana. Hormigas blancas,
programa original y novedoso donde los haya. Recomendado a
los que quieran aburrirse.
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