Cristina Reyes ejerce como médico en el Instituto Ceutí de
Rehabilitación. La semana pasada dictó una conferencia en la
clausura de las III Jornadas sobre alzheimer en la que
abordó y detalló el perfil del cuidador de personas
afectadas por esta enfermedad, un colectivo a menudo
olvidado, el menos visible pero en muchas ocasiones, el que
más sufre por las consecuencias de este mal, ya que el
enfermo, en su inconsciencia ya en los estados más
avanzados, no se siente marchar, mientras el cuidador es
quien ve alejarse a la persona querida. Cristina Reyes ha
perfilado las líneas que nos permiten descifrar las
dolencias de unas personas que combaten frente a frente, en
una batalla silenciosa, una enfermedad trágica.
Pregunta: Hasta ahora se identificaba el alzheimer con la
demencia senil, ¿es lo mismo?
Respuesta: Hay muchos tipos de demencia, y dentro de ellas
está el alzheimer. También hay demencias de tipo vascular y
otros muchos tipos. El alzheimer es un trastorno de la
identidad que afecta en especial a la memoria del enfermo.
Pero existen otros tipos de demencias que inciden en otros
aspectos del comportamiento.
P: Habrás tratado a mucha gente que tiene que cuidar a
estos enfermos.
R: Hoy en día están subiendo cada vez más los índices de la
enfermedad. Esto está relacionado con el envejecimiento
generalizado de la población, a que tenemos cada vez más
esperanza de vida y duramos más tiempo. Y de la mano de la
enfermedad, inevitablemente, aumenta también el número de
cuidadores. De todas formas, no se trata a todos los que se
debiera, ya que existe en el colectivo una fuerte tendencia
a la infravaloración de las patologías que sufren, no creen
que sea por cuidar al enfermo o lo quitan importancia ante
lo que éste padece. No prestan atención a lo que les esta
pasando.
P: Cuando se piensa en el alzheimer no solemos pensar en
los cuidadores, ¿son los grandes olvidados?
R: Sin duda alguna, sí. Los cuidadores son los grandes
olvidados de esta enfermedad, y no se piensa que, a menudo,
son ellos quienes hacen buena parte del trabajo en cuanto a
la difusión de ayudas e información, incluso desde el punto
de vista científico, ya que al convivir a diario con el
enfermo, son los intermediarios ideales para transmitir al
médico la marcha de la enfermedad y los cambios que se
produzcan en su comportamiento.
P: ¿Cuál es el perfil del cuidador?
Al hablar del patrón del cuidador de alzheimer, estamos
hablando en especial de mujeres, las hijas sobretodo,
normalmente de edades superiores a los 50 años y que viven
dedicadas en exclusiva al enfermo.
El ‘síndrome del cuidador’
P: ¿Qué es el síndrome del cuidador?
R: Se llama así, ‘cuidador quemado’, porque son los efectos
que se producen como consecuencia de tener que cuidar de una
persona dependiente durante mucho tiempo. Los más comunes
son trastornos de tipo físico, psicológico y social. Los
efectos de este problema son de todo tipo, desde cambios de
personalidad a patologías psicosomáticas o aislamiento
social, que se produce por centrarse únicamente en el
enfermo y abandonar las relaciones sociales y la vida que
era la normal antes. Hay también casos depresión, de
ansiedad, cambios de personalidad. También se han registrado
casos en los que se generan conductas de tipo hipocondríaco,
abandono personal, e incluso abuso de alcohol.
P: ¿Cómo aborda un programa de rehabilitación pensado
para el enfermo de alzheimer al cuidador, una persona que no
sufre físicamente las mermas de la enfermedad?
R: Esto no es del todo así, el cuidador sufre también unas
patologías físicas muy definidas como consecuencia de tener
que cuidar al afectado. En la rehabilitación es muy
importante también tratar al cuidador porque también se ve
afectado por el alzheimer. Sobre todo nos centramos en las
patologías de tipo muscular que tiene el cuidador, estas
patologías suelen ser lumbalgias, y en general todas las que
afecten a la espalda, como el dolor de cervicales o el dolor
de hombros.
P: ¿Qué rehabilitaciones existen para estos casos
concretos?
R: Para los cuidadores, sobre todo educación sanitaria. Hay
que enseñarles a desplazar al enfermo, un hecho que parece
simple pero produce muchas lesiones por el esfuerzo que debe
realizarse. Se les enseña por tanto cómo se tiene que
proceder a la hora de realizar la movilización de pacientes,
las claves de la manutención de los enfermos, y una serie de
medidas para evitar las lesiones, que consisten en
actividades y ejercicios para proteger las zonas más
sensibles, sobretodo la espalda.
P: ¿En Ceuta, cómo trabaja el Instituto Ceutí de
Rehabilitación?
R: Trabajamos con rehabilitación física, aunque también
tenemos un programa de terapia ocupacional, y no descuidamos
la fisioterapia y logopedia. Éstos son los tres campos en
los que nos movemos. Es muy importante tratar de acercarse a
las actividades de la vida diaria, y para esto es muy
positiva la fisioterapia, ya que de lo que se trata es de
que, tanto el enfermo como el cuidador recuperen su
capacidad funcional, y en los enfermos en concreto, que
recuperen el habla.
P: Para terminar, ¿qué esperanzas hay puestas en la Ley
de Dependencia para el colectivo afectado por el alzheimer?
Se espera que con la Ley de Dependencia todo cambie mucho,
tanto en asistencia sanitaria como en medios para mejorar al
enfermo y al cuidador. Aunque seguirán siendo las
asociaciones quienes jueguen un papel muy importante por su
carácter de puente entre los afectados por la enfermedad y
los servicios sanitarios. Ellas sirven de enlace entre estos
dos mundos, y , por fortuna, hay una amplia red de estas
asociaciones.
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