Durante la pasada semana y atendiendo a la apertura exigida
por la Audiencia del caso contra dos médicos del hospital
del Ingesa de Ceuta, demandados por una posible negligencia,
el Juzgado de Instrucción Número Tres de la localidad llamó
a testificar a tres miembros del equipo médico que
atendieron aquel parto el 5 de octubre de 2005, con el
propósito de aclarar tales hechos.
El primero en testificar fue el matrón, F.J.F.C, quien
explicó ante el Tribunal que estuve pendiente de la paciente
en todo momento y que la cesárea que se le iba a practicar
no era de caracter urgente ya que no existía riesgo para la
vida ni del feto ni de la madre.
Comentó además que la cesárea comenzó a realizarse de forma
normal pero que al abrir a la madre se dieron cuenta de que
el útero estaba roto lo que provocó un denominado
“sufrimiento fetal” y que dicha rotura uterina no se observó
en los monitores por lo que “puede que se produjera en el
momento de la cesárea”.
La segunda declarante, la ATS localizada, V.P.A, indicó ante
las preguntas realizadas por el Tribunal, que ella se
encargaba de apoyar al anestesista y a la enfermera de
instrumental y que ella cree que el niño nació vivo y que no
recuerda el tiempo que duró la cesárea. La tercera testigo,
la enfermera de instrumental, M.J.M.V, apoyó esta misma
tesis.
Los partes médicos presentados por el letrado de la
denunciante informan sin embargo, de que la cesárea duró más
de dos horas, “por lo que en ningún caso se trata de una
cesárea normal”. A esto hay que añadir el hecho de que la
mujer ingresó con un parte en el que se registraba una
posible desproporción de la cabeza del niño y la pelvis de
su madre por lo que el pronóstico era de urgencia.
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