Con todo el pescado más que vendido, los cuatro grupos
políticos con representación institucional en la Asamblea (PP,
PSOE, UDCE y PDSC) decidieron bajar el telón del curso
político sin estridencias y con el debate reducido a poco
más que a ver cuál de ellos se comportaba de una manera
menos “electoralista” en la última Sesión Plenaria de la
legislatura que se inició en 2003.
El portavoz del PDSC, Mustafa Mizzian, que ayer andaba más
ajetreado que nunca, pasó directamente de acudir al Salón de
Plenos. Después, en el mismo Palacio autonómico, explicó a
este periódico que al fin y al cabo si sólo se traba de
“realizar tres aprobaciones iniciales de otros tantos
reglamentos” él tenía asuntos más importantes que hacer como
presentar su candidatura para el próximo 27 de mayo.
No se desvió mucho de la realidad el diputado. Tres plantas
más arriba y antes de los abrazos y el balance político de
rigor, los 22 diputados que acudieron al Pleno dieron su
conformidad inicial de manera unánime al Reglamento
Regulador del Servicio de Protocolo de la Ciudad.
Por mayoría absoluta, el Partido Popular facilitó la
aprobación inicial del Pleno de la Asamblea a la
modificación parcial del Reglamento del Servicio de
Extinción de Incendios y Salvamento y al del Cuerpo de la
Policía Local. También recibió el visto bueno institucional,
en este caso de forma definitiva, el Reglamento de Servicios
Sociales Comunitarios, en este caso, como en los dos
anteriores, con el voto favorable también del PSOE y la
abstención de UDCE-IU.
Los de Mohamed Ali se abstuvieron también en la votación
sobre la modificación realizada en el Reglamento de
Organización y Funcionamiento de las Guarderías Infantiles
de la Ciudad, propuesta a la que los socialistas votaron en
contra. Palomo y Moreno también sancionaron con su voto en
contra las Cuentas Generales de 2005 del Gobierno ceutí, en
este caso apelando al retraso de dos años con el que se han
tramitado, demora que Carreira negó rotundamente que se haya
producido.
Una sesión tranquila
En realidad, la cadena de votaciones y el intercambio de
réplicas entre Gobierno y oposición sólo sirvió para poner
de manifiesto que ayer ninguno quería aparecer como el malo
de la película. Los partidos renunciaron a poner sobre el
tapete ningún tema polémico (no hubo mociones ni alegaciones
ni interpelaciones) y sólo a chispazos se echaron en cara su
interés electoralista.
A este apeló Ali para preguntar al PP por qué precisamente
en el último Pleno de la legislatura se había decidido a
presentar, tantos meses después, el Reglamento de Servicios
Sociales, “con muchas lagunas”, “poco efectivo” y con
“plazos genéricos que no sirven para resolver los problemas
de una ciudad como esta”, según dijo del texto, pactado en
un 40% con el PSOE.
El mismo argumento sirvió al líder de la oposición para
criticar la modificación del Reglamento de Guarderías,
debate en el que encontró el apoyo de Palomo (PSOE), que
arremetió contra el cambio “de obligado cumplimiento”
efectuado y por hacerlo “tarde y mal”. “El Reglamento de
Guarderías [que prevé una reserva de plazas del 1% pactada
por el PP y UDCE para niños dependientes]está alejado de la
realidad social”, criticó la socialista, que pidió´”menos
demagogia y más guarderías” al Gobierno.
La última Sesión Plenaria Ordinaria fue clausurada por Juan
Vivas tras presentar el Gobierno sus Cuentas Generales de la
Ciudad de 2005. El presidente, que tampoco quiso ser
protagonista, renunció a hacer ningún discurso y se limitó a
agradecer el “respeto” con el que, según destacó, le han
tratado los diputados desde 2003.
|