El teniente general Bernardo Álvarez del Manzano es toda una
institución militar. La clausura de las V Jornadas de
Geopolítica y Geoestrategia, que finalizaron el pasado
jueves, le fue encomendada a el y lo hizo con una
conferencia que llevaba por título ‘Visión geopolítica del
Mediterráneo. Perspectiva española’. En esta conferencia el
teniente general expuso los diferentes factores que entran
en juego en tan importante, y a la vez delicada, zona
geográfica, con especial énfasis en los intereses españoles,
nuestras aspiraciones en la zona, tanto a nivel nacional
como dentro de la Unión Europea, y demás organizaciones
internacionales, y la previsible evolución de los
acontecimientos en un entorno próximo.
Pregunta: ¿Cuál es la perspectiva española en la visión
geopolítica del Mediterráneo?
Respuesta: La visión geopolítica sobre el Mediterráneo es
una visión compartida con la Unión Europea y con la Alianza
Atlántica. Es una visión que parte del concepto de que el
Mediterráneo debe irradiar soluciones y evitar ser el lugar
sobre el que tienen impacto los problemas.
P: ¿Cuando hablamos del Mediterráneo hay que tener en
cuenta países más lejanos?
R: Yo trato de dar la visión geopolítica del Mediterráneo.
Un Mediterráneo que está ampliado y no es clásico, no sólo
Norte-Sur, sino Este-Oeste. Trato de explicar qué factores
han influido para que en el momento actual haya que prestar
más atención a la dimensión Este-Oeste de la que se ha
venido prestando últimamente. Es decir, cómo pueden influir
en el Mediterráneo conflictos tan lejanos como los problemas
internos de Pakistán, los presentes problemas en Afganistán,
las crisis en Irán o la situación en Turquía. Por otro lado,
trato de evitar hablar de ellos y de nosotros, porque ese
‘nosotros’ debe englobar a todos; si no, no hay solución.
Situación “crítica”
P: ¿Cómo ve usted la situación actual en el área?
R: Veo una situación crítica. Pero la palabra crisis se
suele asociar a problemática y no, yo digo crítica en el
sentido de que sabremos si la crisis se ha resuelto
positivamente y entonces será un acontecimiento feliz.
Estamos en un momento crítico para la toma de decisiones, en
un momento en el que hay que tomar decisiones y acciones, no
solamente en el plano militar, que es probablemente el plano
más humilde de los planos para resolver estos problemas, hay
que buscar soluciones globales, soluciones que tengan en
cuenta los problemas demográficos, los problemas económicos,
las diferencias de aproximaciones, de pensamientos, la
diferencia de tradiciones y hay que buscar lo que une y
tratar de obviar lo que separa.
P: ¿Cree que en los conflictos que se producen en la zona
se puede hablar de víctimas y verdugos?
R: Los problemas en el Mediterráneo no tienen unos verdugos
y unas víctimas que tengan una adscripción política ni
religiosa geográfica necesariamente. Víctimas y verdugos
cohabitan porque países tenidos como exportadores de los
problemas son los primeros en recibir esos problemas y son
los primeros en sufrir las consecuencias y los primeros
interesados, por tanto, en resolver el problema global.
P: ¿Cree que a la hora de analizar la situación falta un
enfoque global?
R: Los expertos analizan hoy el Líbano, mañana Afganistán,
pasado Pakistán y quizá falta un enfoque global al problema
porque todos estos escenarios están íntimamente relacionados
entre sí. No se puede hablar de Norte de África, hay que
hablar de ambas orillas del Mediterráneo: la Norte y la Sur;
la Este y la Oeste. No se puede hablar de un Mediterráneo en
el concepto romano del ‘mare nostrum’ porque el Mediterráneo
está expandido al Este y también al Sur. Al Este hasta el
mar Caspio y el mar Arábigo, y al Sur hasta el golfo de
Guinea. Porque de allí provienen los recursos de los que
habitamos en la cuenca mediterránea.
P: ¿Qué considera necesario para resolver estos
problemas?
R: Para resolver un problema es absolutamente necesario
hacer un buen diagnóstico. Si no se hace un buen análisis
clínico, no se puede hacer un diagnóstico, y si no hay un
buen diagnóstico, el tratamiento no será correcto. Además,
después de comprender el problema en cuestión lo que hay que
hacer es poner lo necesario para resolverlo y eso ha de
hacerse con anticipación, esto es, no hay que reaccionar,
hay que anticiparse al problema.
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