El 95% de los españoles encuestados por el Real Instituto
Elcano en su último barómetro, realizado en diciembre del
año pasado, considera “importante” o “muy importante” la
amenaza que supone para España el terrorismo islamista, si
bien sólo un 42,7% cree “bastante” o “muy” probable que el
yihadismo vuelva a atacar en España. Ese porcentaje se
eleva, sin embargo, hasta superar el 70% con respecto al
riesgo que afrontan las ciudades autónomas de Ceuta y
Melilla.
El estudio ‘Visiones del terrorismo internacional en la
opinión pública española’, elaborado por los investigadores
Rut Bermejo y Fernando Reinares, seguramente el mayor
experto en la materia de nuestro país, analizando los
barómetros realizados por el centro entre noviembre de 2002
y diciembre de 2006 y recogido por la agencia Europa Press,
indica que el porcentaje de ciudadanos que estima
“extremadamente o muy importante o importante” la amenaza
que implica “terrorismo internacional” contra España ha
crecido 10 puntos desde noviembre de 2002 hasta el pasado
diciembre, cuando llegó al 95%. En marzo de 2006 tocó techo
con un 98%. Un 47% de ciudadanos definían hace cinco años
como “extremadamente o muy importante” esta amenaza en
España. Hace cinco meses, ese porcentaje creció por encima
del 72%.
A pesar de estos datos, una clara mayoría de ciudadanos no
cree que se vaya a producir en España un nuevo atentado
yihadista: un 42,8% lo ve “bastante probable” o “muy
probable”, mientras que un 54,3 cree que es “poco” o “nada”
probable. Los encuestados sí ven mucho más probable un nuevo
ataque en Estados Unidos (80,9%) y en Reino Unido (71,4%).
Ceuta y Melilla
La percepción del riesgo de un atentado de corte integrista
se eleva de manera muy considerable con respecto a las
ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Un 71,6% de los
ciudadanos consultados sobre la relevancia de la
informaciones que apuntan que el terrorismo islamista puede
atentar contra España reclamando las ciudades autónomas las
valoran como “importantes” o “muy importantes”. Tan sólo un
26,2 por ciento de los encuestados considera que no son
importantes esas informaciones.
Reinares y Bermejo han asegurado que “una gran mayoría de
los españoles se muestra decididamente preocupada por la
amenaza” islamista, aunque con “algunas interesantes
variaciones” en intensidad desde 2002. “Tras la invasión de
Irak en marzo de 2003 y los atentados de Casablanca
ocurridos en mayo de ese mismo año se registra un marcado
incremento en la percepción social del terrorismo
internacional como una amenaza de muy considerable
importancia para los intereses estratégicos de España, que
se mantiene a partir de 2004, debido en buena medida a la
memoria de los atentados del 11 de marzo”, han recordado.
Ambos expertos han apuntado que la percepción social
dominante entre los españoles relaciona las causas del
terrorismo internacional más con “factores ideológicos y
culturales” que con variables socioeconómicas o políticas.
“Se tiene al fanatismo religioso, en concreto, como la causa
principal de ese fenómeno. Sin embargo, cuando se trata de
explicar una de las expresiones concretas del terrorismo
yihadista, como es el caso de los atentados del 11-M, parece
que los ciudadanos españoles se decantan por enfatizar
causas de naturaleza política, como la acción exterior del
Gobierno”, han estimado.
“Sólo la mitad de los españoles parece considerar probable
que tras el 11-M se vuelva a producir un nuevo acto de
terrorismo internacional y esta percepción social ha de ser
matizada en atención a la inquietud con que la opinión
pública da crédito a la verosímil amenaza de que se
perpetren atentados islamistas con el fin de reclamar Ceuta
y Melilla", aconsejan.
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