En casa
[1]. Al poner la lavadora o el lavavajillas ajusta al máximo
la capacidad y con programas de baja temperatura. –
Ahorrarás energía y tus prendas te durarán más tiempo.
[2]. Elegir bombillas de bajo consumo. -Consumen entre un
80% menos energía y duran 8 veces más. En definitiva, una
lámpara de bajo consumo de 11-15 W a lo largo de su vida
puede ahorrarnos alrededor de 68 euros. Además evitaremos la
emisión a la atmósfera de casi media tonelada de CO2.
3. A la hora de comprar un electrodoméstico, fíjate en la
energía y el agua que consumen y opta por los de
calificación A. (ENLACE)
4. Descongela el frigorífico antes de que la capa de hielo
–escarcha- alcance 3mm de espesor: podrás conseguir ahorros
de hasta el 30%. Ajusta el termostato para que mantenga un
temperatura de 6ºC en el compartimiento de refrigeración y
–18ºC en el de congelación.
5. Mientras te laves los dientes o te enjabonas en la ducha
cierra el grifo de agua.
En la oficina
1. Apaga el ordenador y la pantalla durante la comida y al
final de la jornada. Utiliza equipos de bajo consumo
eléctrico, por ejemplo los etiquetados con Energy Star.
Programa la pantalla de tu ordenador para que se apaguen
cuando no se utiliza, lo encontrarás en las opciones de
protección de pantalla.
2. Apaga las luces cuando salgas de la oficina. No enciendas
las luces que no estés utilizando, aprovecha la zonificación
(encendido y apagado por zonas).
3. Recicla y reutiliza el papel. Reutiliza las caras blancas
de los documentos impresos. Fotocopia e imprime a doble
cara. Existen en el mercado fotocopiadoras e impresoras que
lo permiten.
En el transporte
1. Con el coche, si realizas trayectos inferiores a 3 km.,
contaminarás más debido a que el motor está frío y su
combustión no es óptima.
2. Procura hacer los traslados en transporte público: trenes
o autobuses. Para trayectos cortos puedes utilizar la
bicicleta, si no es peligroso, el ejercicio te mantendrá en
forma.
Si de verdad necesitas el coche:
3. Coordínate con familiares o amigos para ir juntos en
coche.
4. Apaga el motor si estás parado o esperando más de 30
segundos.
5. Comprueba la presión de los neumáticos, ya que una mínima
diferencia con lo correcto puede aumentar el consumo de
combustible alrededor de un 5%.
Climatización:
1.- Por cada 1ºC de aumento en verano podrás ahorrar entre
6-7% de energía al adecuar el termostato del aire
acondicionado a 25ºC.
2.- Por cada 1ºC de disminución en invierno podrás ahorrar
entre 6-7% de energía al bajar el termostato de la
calefacción a 19º o 20ºC.
3.- En cualquier caso, una diferencia de temperatura con el
exterior superior a 12ºC no es saludable.
En verano
- Instala toldos, cierra las persianas y corre las cortinas
durante el día, evitarás el calentamiento de la casa.
- Ventila la casa cuando el aire de la calle sea más fresco
(primeras horas de la mañana y durante la noche).
- Un ventilador, preferentemente de techo, puede ser
suficiente para mantener un adecuado confort.
En caso imprescindible de instalarte un aire acondicionado
ten en cuanta lo siguiente:
- Los aparatos con etiquetado energético clase A son los más
adecuados.
- Fijar la temperatura de refrigeración en 25º.
- Cierra las ventanas y puertas, mientras tengas el aire
acondicionado encendido.
- Coloca el aparato de tal modo que le dé el sol lo menos
posible y que haya una buena circulación de aire. Si
estuviera en un tejado cubrirlo con un sistema de
ensombramiento.
- Cuando enciendas el aparato de aire acondicionado, no
ajustes el termostato a una temperatura más baja de lo
normal: no enfriará la casa más rápido y podría bajar la
temperatura demasiado, ocasionando un gasto innecesario y
posibles resfriados.
En invierno
- Aísla la casa o el edificio, baja las persianas y durante
la noche, cierra las cortinas, evitarás pérdidas de calor.
- Baja el termostato de la calefacción a 19º y 20ºC es más
que suficiente para estar confortable. Mientras aireas,
apaga la calefacción. Con mantener 10 min. abiertas las
ventanas obtendrás una correcta ventilación y ahorrarás
energía.
- Consejo práctico: a la hora de comprar un electrodoméstico
busquemos siempre la etiqueta energética del mismo, y si el
presupuesto lo permite, compremos uno de Categoría A. A la
larga, nuestro bolsillo y el medioambiente nos lo
agradecerá.
Al comprar
Esta etiqueta energética es obligatoria en frigoríficos,
congeladores, lavavajillas, lavadoras y secadoras
eléctricas. Nos informan sobre la eficiencia energética de
estos aparatos, consumos, rendimientos, capacidades, ruidos,
etc. Estas etiquetas nos pueden servir de mucha ayuda a la
hora de decidirnos entre un modelo u otro. Muchas veces el
precio de un aparato puede no ser tan importante como los
consumos que realizará durante su vida útil, pues el bajo
consumo puede amortizar en poco tiempo el mayor precio que
suele estar asociado a los aparatos más eficientes.
Hay 7 clases energéticas que van de la letra A (Más
eficiente) a la letra G (Menos eficiente) en función de los
consumos eléctricos. Eso sí, ten en cuenta que sólo se
pueden comparar las etiquetas de un mismo grupo de
electrodomésticos. Es decir que un frigorífico de un
determinado tipo sólo podrá ser comparado con otro
frigorífico de ese mismo tipo
Estas etiquetas, para expresar toda la información
energética de los electrodomésticos, deben estar seguidas
por una tira en la que se encuentren los valores
específicos, tales como la flecha con la letra, consumos,
capacidad, ruido, etcétera.
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