El Pleno del Parlamento Europeo ratificará durante la
próxima semana el texto del Reglamento de la comisión de
Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior que
permitirá poner en marcha durante este mismo año los
denominados Equipos de Acción Rápida (RABIT, en sus siglas
en inglés), en los que los países miembros de la Unión
Europea deberán participar obligatoriamente cuando uno de
ellos requiera su colaboración para atender conflictos
vinculados a la inmigración y vigilar “las fronteras comunes
de la UE”. Los equipos pretenden, según han explicado
fuentes de la Oficina en España de la Eurocámara, ofrecer
“una respuesta eficaz a situaciones urgentes y excepcionales
a las que se tengan que enfrentar los Estados miembros como
consecuencia de los flujos de inmigrantes irregulares”.
La principal novedad de esta norma es hacer obligatorio y no
opcional que los Estados miembros envíen a sus expertos en
gestión de fronteras cuando un país solicite ayuda a la
agencia FRONTEX, de la que dependerán los equipos. “Los
Estados miembros no podrán decidir si participan o no en un
mecanismo de apoyo, sino que tienen que hacerlo de manera
automática, ya que se trata de las fronteras comunes de la
UE”, explicó en la Eurocámara la semana pasada el ponente
del texto.
El reglamento señala que el Consejo de Administración de
FRONTEX, donde están representados los Estados miembros,
decidirá por mayoría de tres cuartos el número total [entre
250 y 500] y los perfiles de los agentes de las guardias de
fronteras nacionales que deberán ponerse a disposición de
los equipos de intervención rápida. Los Equipos de
Intervención Rápida se constituirán como una especie de
“reserva estratégica” de agentes que se movilizarán
obligatoriamente a petición de Frontex cuando le llegue una
petición urgente de un país de la UE.
Estos agentes, que llevarán su propio uniforme y un
brazalete azul con las insignias de la UE y Frontex, estarán
‘en pie de igualdad’ con los del país receptor, lo que
supone que podrán llevar armas y emplear la fuerza, aunque
siempre bajo las instrucciones y, por regla general, en
presencia de agentes de la guardia de fronteras del Estado
miembro de acogida. El país que los envíe pagará su sueldo y
Frontex asumirá el resto de los gastos del despliegue.
Fuentes autorizadas de la 410 Comandancia de la Guardia
Civil en Ceuta, encargada de la vigilancia de las fronteras
de la ciudad autónoma, aseguraron ayer a este periódico no
haber recibido aún “ninguna noticia” sobre estos Equipos de
Intervención Rápida.
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