Hoy tiene previsto estar en la
Ciudad Riad Tatary, histórico dirigente de la comunidad
islámica española y lider de una de las dos federaciones con
representatividad oficial más importantes, UCIDE (“Unión de
Comunidades Islámicas de España”) que, a buen seguro,
intentará potenciar en Ceuta (ya veremos cómo) en detrimento
de sus rivales de FEERI (“Federación de Entidades Religiosas
Islámicas), de la que desde enero de este año es
vicepresidente el ceutí, de orígen y trayectoria marroquí,
Mohamed Alí Mohamed, después de la exitosa operación en la
que fueron barridos de la directiva los “conversos”
españoles dirigidos, entre otros, por Mansur Escudero y el
conocido profesor ceutí Mhedi Flores.
En Ceuta uno de los pilares sobre los que sustenta UCIDE su
crecimiento es el ambivalente movimiento “Tabligh”,
aglutinado por Larbi Maates y que en los últimos tiempos se
ha visto salpicada en algunos escándalos al ser relacionado
alguno de sus miembros (como el “chatarrero” de Castillejos,
en prisión actualmente en Marruecos) con el terrorismo
islamista, algo nada nuevo pues si el “Tabligh” en sí es una
organización pietista y misionera, alejada de la violencia,
de sus filas han salido no pocos de los terroristas
detenidos en los últimos tiempos.
En todo caso, tres son las corientes religiosas en las que
podemos englobar a la comunidad musulmana ceutí:
a) La “magrebí”, demográficamente mayoritaria, adscrita al
sunnismo malikí y con una importante deriva sufí que podemos
plasmar alrededor de los morabos.
b) La “paquistaní”, extraña geográfica e históricamente a la
región y más oscurantista, alentada sobre todo por el
ambiguo “Tabligh”.
c) La “conversa”, de orígen español y hoy por hoy
minoritaria, inicialmente vinculada al sufismo pero sujeta
hoy día a otras influencias menos abiertas y tolerantes.
Políticamente el análisis sería diferente: el ala “marroquí”
estaría compuesto por dos sectores: el oficialista
(Comunidad Musulmana de Ceuta) y el islamista, afin al
“Partido de la Justicia y el Desarrollo” (islamismo
parlamentario) con el que simpatizarían algunos imames como
Harrak, amigo personal del político tetuaní Boujoubza. Por
otro lado el sector “españolista”, encabezado por Alí
Lemague y su partido, UDCE, con ciertas simpatías hacia el
movimiento islamista “Justicia y Caridad”.
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