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OPINIÓN - VIERNES, 20 DE ABRIL DE 2007

 

OPINIÓN / SNIPER

Marhaba, sidi Tatary
 


José Luis Navazo
jlnavazo@telefonica.net
 

Hoy tiene previsto estar en la Ciudad Riad Tatary, histórico dirigente de la comunidad islámica española y lider de una de las dos federaciones con representatividad oficial más importantes, UCIDE (“Unión de Comunidades Islámicas de España”) que, a buen seguro, intentará potenciar en Ceuta (ya veremos cómo) en detrimento de sus rivales de FEERI (“Federación de Entidades Religiosas Islámicas), de la que desde enero de este año es vicepresidente el ceutí, de orígen y trayectoria marroquí, Mohamed Alí Mohamed, después de la exitosa operación en la que fueron barridos de la directiva los “conversos” españoles dirigidos, entre otros, por Mansur Escudero y el conocido profesor ceutí Mhedi Flores.

En Ceuta uno de los pilares sobre los que sustenta UCIDE su crecimiento es el ambivalente movimiento “Tabligh”, aglutinado por Larbi Maates y que en los últimos tiempos se ha visto salpicada en algunos escándalos al ser relacionado alguno de sus miembros (como el “chatarrero” de Castillejos, en prisión actualmente en Marruecos) con el terrorismo islamista, algo nada nuevo pues si el “Tabligh” en sí es una organización pietista y misionera, alejada de la violencia, de sus filas han salido no pocos de los terroristas detenidos en los últimos tiempos.

En todo caso, tres son las corientes religiosas en las que podemos englobar a la comunidad musulmana ceutí:

a) La “magrebí”, demográficamente mayoritaria, adscrita al sunnismo malikí y con una importante deriva sufí que podemos plasmar alrededor de los morabos.

b) La “paquistaní”, extraña geográfica e históricamente a la región y más oscurantista, alentada sobre todo por el ambiguo “Tabligh”.

c) La “conversa”, de orígen español y hoy por hoy minoritaria, inicialmente vinculada al sufismo pero sujeta hoy día a otras influencias menos abiertas y tolerantes.

Políticamente el análisis sería diferente: el ala “marroquí” estaría compuesto por dos sectores: el oficialista (Comunidad Musulmana de Ceuta) y el islamista, afin al “Partido de la Justicia y el Desarrollo” (islamismo parlamentario) con el que simpatizarían algunos imames como Harrak, amigo personal del político tetuaní Boujoubza. Por otro lado el sector “españolista”, encabezado por Alí Lemague y su partido, UDCE, con ciertas simpatías hacia el movimiento islamista “Justicia y Caridad”.
 

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