PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - VIERNES, 20 DE ABRIL DE 2007

 

OPINIÓN / EL OASIS

El desnudo de Lepe
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

La concejala de Lepe, María Dolores Jiménez, ha vuelto a desnudarse otra vez. En esta ocasión, la fotografía de su desnudo ha sido portada del semanario interviú. Posado que ha sido posible gracias al éxito que tuvo cuando en enero enseñó su cuerpo garrido en la revista Lepe Urbana.

La teniente de alcalde de economía del ayuntamiento lepero, perteneciente todavía al Partido Popular, es una mujer fuerte y hermosa. Una hembra, de 35 años, con cara de niña y cuerpo estupendo. De manera que estoy en desacuerdo con Antonio Burgos al calificar a MDJ de jamona en su columna titulada Concejala desnuda, Calvo vestida, del martes pasado.

El estimado maestro sevillano, siempre tan certero en sus comentarios, caracterizados por la burla fina, tranquila, y pasados por las olas del mar de la Caleta, que traducido significa gracia con estilo, ha sido injusto y algo ordinario al decirle a la nudista lepera que se le ha pasado el arroz y que además está gorda. No, maestro, no. Permítame decirle que usted ha mirado la fotografía de la portada de interviú con la lupa del puritanismo y muy alejado de ese humor educado y amable del Cádiz señorial. Se le nota, así lo percibo yo como lector suyo que soy, lo mal que le ha sentado que una mujer del PP haya conseguido que muchas personas hayamos quedado prendado de la cruz de la lepera. Esa cruz que describía Hortensia Romero, Legionaria, personaje del famoso relato de un gaditano genial: Fernando Quiñones. Lo que es la cruz de la mujer, decía Legionaria, o sea, una cinturita chica y larga, y luego ancha-ancha de arriba y de abajo, una pechera que era un alboroto, y el muslamen, que caían los hombres de rodillas con los ojos cerrados y se hundían cieguitos ahí, como en el mar, y ahí morían.

Maestro Burgos, de verdad, cuando esté en su escritorio, y con permiso de su gato, vuelva a echarle una mirada a la portada de interviú. Pero hágalo sin pensar que la Dolores de Lepe no es digna de pertenecer al PP y sí dispuesto a disfrutar de una señora treintona que es capaz de posar en pelota viva y encima llevarse 60.000 euros del ala.

Eso sí, lo hizo después de decirles a sus padres si estaban dispuestos a pasar por ese trance. Como corresponde a una niña criada en un ambiente tradicional y preparada para, llegado su momento, militar en un partido de una derecha que ha venido sufriendo lo indecible por las leyes que han aprobado unos socialistas que darían todo el oro del mundo porque les saliera otra concejala que diera tan bien en bolas.

Lo que no haría ZP, un poner, por convencer a Trinidad Jiménez, icono de muchos hombres y mujeres, para que se quitara la chupa y todo lo demás y dijera aquí estoy yo echándole un pulso a la concejala tan denostada por usted, maestro. Menuda alegría nos daría a todos que cundiera ya esa moda de que los políticos se desnudaran. Todo antes que tener que soportar a tantos pelmazos, carentes de ideología y, sobre todo, ahítos de vulgaridad. Pues no me negará, maestro Burgos, que hay que echarle mucha voluntad para quedarse ante el televisor oyendo a Zaplanas, Acebes, Pepiño Blanco...

Estamos en el siglo XXI: el siglo de las mujeres. Y serán ellas quienes marquen la pauta en muchos aspectos. María Dolores Jiménez ha optado por enseñarnos sus encantos y renunciar a su actividad política. Y sin embargo, María de la Pau Janer, escritora mallorquina, en vez del despelote ha preferido ir como independiente con el número ocho en el PP de Baleares, pero aclarando que no respaldaría al PP de Mariano Rajoy ni al de José Piquer, en Cataluña. Otra que tal baila, maestro Burgos. Y un nuevo disgusto para usted...
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto