Si de algo puede presumir Ceuta
es, entre otras cuestiones, de amplio patrimonio. La
milenaria historia de la ciudad, enclavada en un lugar
estratégico para todas y cada una de las civilizaciones
mediterráneas, ha traído como consecuencia la magnífica
herencia con la que cuenta la ciudad.
Los Bienes de Interés Cultural proporcionan la garantía por
parte de las administraciones de su conservación y puesta en
valor. La necesaria colaboración y cooperación entra
Administración General del Estado y Ciudad Autónoma debe
redundar en un mejor tratamiento de aquellos puntos de
interés que, además, marcan la verdadera esencia de esta
tierra.
El Consejo de Patrimonio Histórico Español desarrolla desde
ayer su habitual reunión en Ceuta. Hasta nuestra ciudad han
llegado representantes las distintas comunidades autónomas
del país, un consejo que está presidido por el director
general de Bellas Artes.
Interesante es pues tener en nuestra ciudad un encuentro de
este nivel dado que significa que Ceuta es un punto de
importancia para la entidad encargada de proteger los bienes
patrimoniales de referencia histórica que deben ser tenidos
en cuenta para su permanente conservación y especial
protección.
La relación de bienes patrimoniales en nuestros 19
kilómetros es suficientemente amplia: desde los fortines
neomedievales, pasando por los Baños Árabes, Murallas
Reales, basílica Tardorromana, Puerta de Santa María,
lienzos de muralla, Murallas Meriníes... Incluso la Estación
del Ferrocarril de la que ahora se ha sabido que pertenece
al Ministerio de Vivienda y que con premura se cederá a la
Ciudad Autónoma, conforma una estructura arquitectónica de
calado merecedora de una actuación inmediata como la
recuperación total de las Murallas Meriníes, un
impresionante legado absolutamente dañado y que, además de
su Puerta de Fez, necesita del esfuerzo estatal para que,
con la oportuna voluntad, poner en valor una estructura que
no desmerece en nada a cualquiera de las que se conservan de
la histórica Al Andalus.
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