La Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta
sentó ayer en el banquillo de los acusados a J.M.H.S por un
delito de tentativa de homicidio. Los hechos ocurrieron el
31 de diciembre de 2004, tras una disputa familiar en una de
las viviendas de la zona del Recinto.
Según explicó al Tribunal el acusado, las relaciones entre
él y la familia de su mujer nunca habían sido buenas, “nunca
me aceptaron”, pero fue a raíz de una herencia y de una
empresa familiar cuando las faltas de acuerdo entre ambas
partes se hicieron más latentes.
“Mi cuñado nunca quiso meter a su hermana en la empresa
familiar, que era de sus padres y por tanto le pertenecía a
de pleno derecho. Yo simplemente reivindicaba los derechos
de mi mujer y de mis hijos”, explicó el acusado ante las
preguntas del Ministerio Fiscal.
Las primeras conversaciones entre el acusado y su supuesta
víctima comenzaron en mayo de 2004 pero fue en diciembre de
ese mismo año cuando llegaron a este desenlace.
El acusado explicó que pese a las reiteradas conversaciones
mantenidas con su cuñado para conseguir que metieran a su
mujer en la sociedad familiar, nunca hubo respuesta, “sólo
una vez conseguí que me dijera: vamos a hacer un trato, yo
meto a mi hermana en la empresa pero luego nos partimos la
boca a puñetazos”, comentó J.M.H.S.
El día de autos, el 31 de diciembre de 2004, el acusado
según explicó, había bebido muchísimo, y discutió con su
mujer mientras preparaban la cena de Noche Vieja.
“Sólo recuerdo que tras la discusión y para intentar
relajarme me vi en la calle con el cuchillo de cortar jamón
e intenté dar un paseo. Me dirigí entonces al almacén de mi
hermano para afilar el cuchillo pero recordé que no tenía
las llaves y fue entonces cuando me acerqué hasta la casa de
mi cuñado para preguntarle si iba a vender la sociedad y
repartir el dinero entre todos los hermanos tal y como me
había prometido meses antes”, indicó.
El encuentro acabó en una pelea entre los dos cuñados. Al
parecer, el acusado recibió un navajazo y la víctima sufrió
una puñalada de gravedad. La policía explicó ante la sala
que según los médicos “el hombre pudo salvar la vida porque
estaba gordo y no le llegó al corazón”, la herida sólo
perforó el pulmón.
El acusado, se personó voluntariamente en la Comisaria de la
Policía Local tras los hechos y allí explicó lo ocurrido,
haciendo especial hincapié en que había consumido grandes
cantidades de alcohol.
El Ministerio Fiscal solicita una pena de 10 años de prisión
por un delito de tentativa de homicidio. Por su parte la
acusación particular eleva esta pena a 15 años de cárcel. El
juicio quedó visto para sentencia.
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