La Delegación del Gobierno en Ceuta concede “aproximadamente
800 permisos de trabajo transfronterizos” cada año a
marroquíes que desean trabajan en la ciudad autónoma, según
explicaron ayer fuentes de la institución de la Plaza de los
Reyes a este periódico.
Estas mismas fuentes admitieron que el censo de trabajadores
transfronterizos que habitualmente aportan los sindicatos
(más de 3.000, según las últimas estimaciones públicas)
“puede ser real”, aunque reconocieron que “no se conoce el
número exacto de marroquíes que gozan de ese permiso que les
faculta para desempeñar un trabajo en Ceuta con la condición
de abandonar la ciudad antes de la medianoche”. Este régimen
no afecta a los trabajadores del mar, que por su horario
gozan de mayor flexibilidad en lo que se refiere a estos
condicionantes horarios.
El delegado del Gobierno en Ceuta, Jenaro García Arreciado,
y el director general de la Policía Nacional y la Guardia
Civil, Joan Mesquida, se refirieron ayer en rueda de prensa
al control que las autoridades realizan sobre este
colectivo. A preguntas de los periodistas, Arreciado reiteró
que “hay dos ‘patrullas águila’ que recorren permanentemente
el Príncipe para trasladar a la frontera a los súbditos
marroquíes a los que se encuentra en horas no autorizadas”,
aunque admitió que “los que están ocultos en hogares suponen
un problema operativo”.
Mesquida apuntó que el de los transfronterizos que no
regresan al país vecino al terminar su jornada laboral es
“un problema que conozco” pero no quiso ir más allá: “Como
bien dice el delegado”, matizó el mando único de las Fuerzas
y Cuerpos de la Seguridad del Estado siguiendo las palabras
del delegado, “las patrullas trabajan y cuando se detectan
se les lleva a la frontera, aunque cuando uno quiere
esconderse es difícil que sea detectado”. Fuentes policiales
han asegurado que “no se localiza a nadie nunca”.
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