PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - LUNES, 16 DE ABRIL DE 2007

 

OPINIÓN / ESPAÑA CAÑÍ

Republicanos
 


Nuria Van Den Berghe
nuriavandenberghe
@elpueblodeceuta.com
 

El germen de este articulejo, anidó en mis neuronas la mañana del pasado sábado, deleitándome ante un café bien cargado y dos cápsulas de Garcinia ( inhibidoras del afán incontrolable por las calorías) que fueron mi tentempié de las doce en el café Central, justito a a era de la Plaza de la Constitución. Allí estaban los comunistas, un contingente de zarrapastrosos, con sus banderas republicanas, la de la franja morada que es, sin duda, resultado, de arrojar litros de sangre azul, de derechas, sobre la franja inferior de la roja y gualda. Sangre espesa de cien mil católicos asesinados por las hordas marxistas, en aquellos años tenebrosos de la quema de conventos y del expolio de nuestro patrimonio histórico artístico. Yo les miraba conmemorar el aniversario de la República, sintiendo, la imperiosa necesidad, como republicana convencida, pero al estilo auténtico, alemán, norteamericano o francés, de conseguir arrebatarles ideológica y terminológicamente una palabra tan noble a los marxistas.

Porque no hay derecho ni resulta procedente, que los descendientes del mayor genocida de la Historia, el padrecito Stalin, capitalicen el contenido de una forma dignísima de gobierno. Ni que lo capitalicen ni que lo llenen de mierda con los desmanes y los crímenes del pasado. Resulta triste el que, para millones de españoles, la palabra “República” traiga a la memoria las checas, los comisarios políticos, los soviets, las ejecuciones masivas y los mártires de la fe. Una república no es un régimen de terror y de anarquía sovietizante y sovietizado, ni puede rememorarse con un escalofrío de aprensión. Porque ni puede, ni debe ser así. ¿Qué dicen? ¿Qué las izquierdas nos hacen un favor al resto capitalizando la terrible realidad, no de la forma de gobierno que es una república, sino de la forma de desgobierno que fue la II República española y que la sangre de los mártires les salpique a ellos?. Vale. Son históricamente miopes e imprudentes, pero yo soy republicana y me cabréa hasta el paroxismo que los herederos políticos de las checas tengan la osadía de denominarse “republicanos” en pleno siglo XXI. Que se llamen postsoviets, o postestalinistas, o marxistas a secas, dignos herederos del Muro de la Vergüenza. Pero los republicanos neoconservadores a la americana, los republicanos sarkozyanos a la francesa y los republicanos de la guirilandia occidental en general, ni somos marxistas, ni tenemos en nuestro bagage cultural quemas de iglesias ni torturas de los de Acción Católica. Al revés, representamos un neoconservadurismo culto e intelectual fundamentado sólidamente en ese mix fantástico de atlantes, druidas, Derecho Romano, Filosofía Griega, Humanismo cristiano renacentista y los más espectaculares avances científicos y tecnológicos. ¿Y que tienen que ver todos esos impresionantes arquetipos y realidades con la filosofía marxista, que fue la mayor involución social y el exponente de la dictadura más feroz de todos los tiempos?. Hay que tomar medidas legales para, que los churretosos que se autodenominan “republicanos” dejen de hacer suyo el término y se denominen “segundorepublicanos”. Y que dejen de inmediato de reivindicar un referéndum sobre la forma de gobierno en España : Monarquía o República. Porque no son nadie para reivindicar nada, les entapona e inhabilita su pasado reciente. De hecho, aún falta una evolución consensuada, sociológica, intelectual y filosófica, que nos haga sacudirnos las sombras tenebrosas del pasado y “sentir” que, ser republicano no es en absoluto compartir las tinieblas y el terror de antaño sino, sencillamente, una opción política respetabilísima, sólidamente sustentada en un sistema de valores y principios morales irrenunciables y netamente occidental y, como occidental, de raíces históricas y culturales cristianas. La desgracia, en España, del sistema republicano, de la rex pública, es que quieran representarla impresentables, eso es lo que no podemos consentir.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto