He decidido, personalmente y en
persona, ir anotando todas las frases que me decía la sabía
de mí abuela antes de que se me vayan olvidando. El tiempo
no pasa así porque si y la neuronas, de vez en cuando,
empiezan a patinar.
O sea, decididamente, desde mañana mismo me pongo manos a la
obra y cada día iré anotando, en mi libreta de anotar cosas
importantes, todas y cada una de las frases que me decía
cuando me explicaba algo y que, en tantas y tantas
ocasiones, me han servido de guía para escribir algún que
otro artículo de opinión.
En estos momentos, por ejemplo, me acuerdo de aquella frase
que me decía, cuando ella consideraba que faltaba alguien o
bien que sobraba: “ni son todos los que están, ni están
todos los que son”. Frase que me viene como anillo al dedo,
para expresar lo que he sentido al leer la lista de los
populares a pesar, todo hay que decirlo, de que me faltan
los cinco últimos, pero como estos tienen menos porvenir de
salir que un mono con vértigo, los paso por alto
deseándoles, por supuesto toda la suerte del mundo mundial.
Como en este mundo, en el que nos ha tocado vivir, tenemos
la suerte de opinar lo que más le vega a uno en gana,
siempre respetando las reglas del juego democrático,
aplicando la frase de mi abuela, tengo que decir y digo, que
desde mi particular e intransferible punto te vista: “ni
están todos los que son, ni son todos los que están”. Creo,
con toda sinceridad, que algunos de los que estaban y ya no
están eran muy necesarios, en determinados momentos, para
sacarle las castañas del fuego al presidente.
Como digo es una opinión muy personal. Doctores tiene la
iglesia que saben más que el menda del asunto para haber
eliminado, sobre todo, a un auténtico animal político, con
conocimientos y facilidad de palabra suficientes para
enfrentarse, con todo éxito, a la oposición. Cosa más que
demostrada en cuantas ocasiones le ha tocado intervenir. Y,
desde luego, por mucho que miro y remiro la lista no
encuentro a nadie con capacidad suficiente para sustituirlo
ni, por supuesto, con ese verbo fácil a veces irónico e
hiriente del que hacia gala en sus intervenciones.
Todos estos personajes, son muy a tener en cuenta, a la hora
de elegir a los que acompañarán en la lista la líder. Felipe
González y Guerra, Aznar y Alvarez Cascos. Y así podríamos
seguir enumerando un sinfín de acompañantes de los grandes
líderes, que los han tenido a sus lados prestos a intervenir
a la menor indicación de sus jefes de fila.
No tengo duda alguna, de que de ser el líder de la
formación, jamás me hubiese desprendido de un hombre con esa
capacidad, lo diga quien lo diga o me lo aconseje, quien me
lo aconseje. Los grandes escuderos siempre fueron necesarios
e insustituibles. Y Carreira, guste más o guste menos, es un
gran escudero para un gran señor.
Insisto, para que nadie se llame a engaño, es mi opinión tan
respetable como cualquier otra que no esté de acuerdo con
ella. Y que conste, en acta, que nada me une a Carreira con
el que he hablado en contadas ocasiones. Pero como dice la
frase: “Al César lo que es del César y a Dios lo que es de
Dios”. Por cierto, también hay otros personajes que deberían
estar en esa lista, según mi particular opinión. Lo explico
otro día.
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