El Aquasierra no tuvo piedad en su pista y venció (11-1) a
un Ciudad de Ceuta que desde que diese inicio la segunda
vuelta no había conocido la derrota.
Los de Fernando Muñoz aguantaron espléndidamente durante la
primera mitad a todo un líder de la categoría, que en seis
minutos se había se había puesto en el marcador con un 2-0 a
favor.
Sin embargo, y demostrando que si el equipo se encuentra
situada en la cuarta plaza es gracias a su lucha, el Ciudad
de Ceuta consiguió marcar dos goles que le permitía llegar
al descanso con un empate en el electrónico del
polideportivo cordobés.
Pero el Aquasierra no tuvo piedad, y tras varios minutos en
los que los ceutíes continuaron aguantando el partido, llegó
la debacle. Los locales comenzaron a batir la meta del
filial unionista y uno tras otro llegaron a marcar, en algo
menos de diez minutos, hasta siete goles.
No hubo piedad. En el tiempo que el Ciudad de Ceuta tardó en
relajarse, el Aquasierra aprovechó para golear a un equipo
que no sabía lo que era caer derrota, no dentro ni fuera de
casa, desde hacía varios meses.
Para Fernando Muñoz, la derrota se debió aun cúmulo de cosas
que no debían hacer ocurrido durante el encuentro, como la
excesiva relajación o la desconcentración de los jugadores
duramente muchos minutos, que no supieron reaccionar a las
embestidas rivales.
Ahora queda preparar el próximo encuentro, que se disputará
el sábado que viene, en la pista del Díaz-Flor, ante el
Clipeus, el segundo clasificado del grupo.
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