Evidentemente no ha comenzado la
campaña electoral de un modo oficial -lo hará en poco más de
dos semanas- pero nadie puede dudar que el motor hacia las
elecciones del próximo 27 de mayo se ha puesto ya en marcha
cobrando poco a poco revoluciones.
Ante este hecho, cabría pedir a todos los contendientes en
el fragor de la lucha electoral la mesura responsable entre
quienes –es evidente- están llamados a figurar como
representantes de los ciudadanos en la Cámara del
‘Parlamento’ ceutí, o sea, la Asamblea.
La política, según la Real Academia Española de la Lengua,
es la actividad del ciudadano cuando interviene en asuntos
públicos con su opinión, con su voto o de cualquier otro
modo; pero es también sinónimo de cortesía y buen modo de
comportamiento. Hay un magnífico proverbio árabe que dice:
“No abras los labios si no estás seguro de que lo que vas a
decir es más hermoso que el silencio”; aplicado pues a esta
inminente campaña electoral, provocaría un derroche de
responsabilidad realmente de agradecer en esta ciudad por la
que ‘todos’ debemos remar hacia su mejor futuro sin ser, en
si mismos, ningún estorbo para su necesario desarrollo.
Los mensajes hacia los ciudadanos deberían estar
exclusivamente centrados en la defensa de los programas
electorales sin llegar a caer en el deterioro que implicaría
aquellos otros argumentos que, por mero populismo
descerebrado, lleguen a causar quebranto entre esta nuestra
poli-cultural sociedad.
Mesura pues, responsabilidad y altura de miras entre quienes
aspiran a representar los intereses generales de Ceuta que
son todos los que buscan obtener el mayor respaldo de sus
votantes. Esas deberían ser las reglas del juego. Ya veremos
con qué nos encontramos.
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