Mientras en el Magreb se desata la
alarma y las fuerzas de seguridad marroquíes interceptaban
ayer, en el barrio casablanqués de El Farah, a otros dos
presuntos terroristas, el gobierno de los Zapa-tinos no
parece reconocer la necesidad de reforzar las defensas:
¡bambina candidez!. Sin embargo, expertos y analistas
coinciden en el diagnóstico: España es tierra de “yihad”.
Del Magreb proceden más del 70% de los terroristas detenidos
en los últimos años, que empiezan a ver en antiguas tierras
bajo el poder del Islam terrenos abonados: de entrada los
Balcanes y España (Sicilia no tardará en sumarse al juego),
en los que además el “salafismo yihadista” puede moverse
bajo el amparo de musulmanes “blancos” fuera de toda
sospecha: una significativa parte de los conversos,
conciudadanos que habrían abrazado la fe islámica y que,
como buenos como neófitos, sentirán la necesidad de ser más
islamistas que nadie. Es éste un fenómeno psicológico
conocido, que por cierto algún famoso psiquiatra (¿no te
parece, Mansur?) podría tener los redaños y la lucidez de
abordar.
En julio de 2006 el actual jefe de Al-Qaïda, El Zawahiri,
mencionaba “la yihad en la senda de Alá” recordando a los
creyentes la necesidad de liberar “todo territorio que fue
musulmán, desde Al Andalus hasta Irak”, volviendo a la carga
en el pasado febrero alentando a la naciente “Al Qaïda en el
Magreb” y a grupos bajo su órbita deseándoles que “Alá os
conceda el favor de pisar pronto con vuestros pies puros
sobre el usurpado Al Andalus” mientras, en el ínterin y en
declaraciones a la cadena Al Yazira en diciembre de 2006,
comparaba la “ocupación española de Ceuta y Melilla” con las
de Chechenia por Rusia y los territorios palestinos por
Israel. En Palestina, la organización terrorista “Hamás”
adoctrina a los niños en la reivindicación de Al Andalus y,
en el vecino Reino de Marruecos, la organización de masas
“Justicia y Caridad” del jeque Yasin (que en principio y
oficialmente condena la violencia) también se ha sumado, a
su modo, a la lucha.
Al hilo de los expuesto, en la reivindicación de los últimos
atentados de Argelia por la organización terrorista ´Al
Qaïda en el Magreb’ se insiste textualmente: “Juramos por
Alá no deponer nuestra espada ni descansar hasta que
liberemos cada palmo de la tierra del Islam de todo cruzado,
colaboracionista y agente, desde Jerusalén hasta Al Andalus”.
Más claro agua.
¿Son estas palabras el preludio de ataques del terrorismo
islamista en España?. Cualquier especialista en estos temas
coincidirá con el firmante en que sí. Sin duda. Pero, ¿en
toda España…?. A lo mejor la protofascista ERC y Carod
Rovira logran llegar a otro pacto para que Cataluña se libre
de la “yihad”. ¿Y ETA? ¿Tuvo, tiene o puede tener algún
papel en todo esto?.
Cosa bien distinta es cerrar la herida (tarea ahora si cabe
más importante que nunca) entre la honorable comunidad de
raigambre “andalusí” y su patria de origen: las Españas. No
hace mucho en la “morisca” Xauen, dialogando con un ex
coronel de las FAR marroquíes –formado en la Academia de
Caballería de Valladolid- sobre esta temática, le sugerí el
peligro que representaba para con la reconciliación cultural
de lo que fue Al-Andalus las palabras del terrorista El
Zawahiri. Las amables palabras del militar aun suenan en mis
oídos: “No nos dejaremos manipular”. Inch´Alá.
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