Uno piensa, y no voy a pedir
perdón por pensar, porque cada uno puede pensar lo que le
venga en ganas, que había que cambiar la ley electoral. Me
explico:
Mi idea, la mía personal e intransferible, es que las listas
deberían ser abiertas y, de esa forma usted podría votar a
la persona, fuese del partido que fuese, que le diese más
confianza o le creyese capaz de realizar una buena labor en
pro de su tierra. Sería lo más justo a la hora de votar
poder elegir libremente, sin tener que ajustarse a una lista
donde se le imponen los veinticinco nombres de ese partido.
Por qué razón o regla de tres, si en ella van algunas
personas a los que no creo capacitadas para regir los
destinos de mi tierra, tengo que votarlas.
Diga, lo que diga el mundo mundial, los jóvenes y las
jóvenas, el tener que votar a quienes no crees con capacidad
ni intelectual ni política para gobernar una ciudad es,
simple y llanamente, una imposición. Y según los entendidos
en la materia, las imposiciones son cosas de las dictaduras.
Entonces, cómo es posible qué se tengan que aceptar las
imposiciones en democracia. A ver si es que va a llevar
razón mi amigo, el gitano Juan, cuando decía que la
dictadura es el gobierno de uno sólo y que la democracia no
es más que la dictadura de varios. Que conste que me limito
a decir lo que el gitano Juan opinaba sobre ambos regimenes.
Por otro lado nos encontramos con que partiditos pequeños,
que ni a partido llegan, pueden ser los que nos gobiernen
debido a las coaliciones que se tienen que hacer cuando no
se saca mayoría absoluta. Y, de esa forma, se encuentra
usted, que les gobiernan unos partiditos que han sacado seis
diputados, mientras se quedan en la oposición aquellos que
han sacado ciento y algo de diputados. O sea, con claridad,
para entendernos, que nos gobiernan quienes les han votado
seiscientas mil personas y no les gobiernan quienes les han
votado diez millones. No lo entiendo.
Volviendo a las coaliciones para poder gobernar, uno cree
que debería gobernar el partido más votado que es, en
realidad, quienes quiere el pueblo que les gobierne y no ese
conjunto de partidos, a los que e pueblo no les ha dado su
voto, pero que uniendo todos ellos conforman una mayoría
absoluta. Vayamos, pues, a una segunda vuelta y todos esos
partiditos de nada no tendrían opción de gobernar. De la
misma forma, que pienso, que para que los partidos tengan
representación nacional, deberían presentarse en todo el
territorio nacional y no sólo en sus comunidades. Así no se
daría el caso de que IU que se presenta en todo el
territorio nacional, tenga menos diputados, por un suponer,
que ERC que sólo se presenta en Cataluña.
Claro que con este sistema, de tener que presentarse en todo
el territorio nacional, poco tendrían que hacer los partidos
nacionalistas fuera de sus Autonomías y escasas opciones,
por no decir ninguna, les quedaría de tener representación a
escala nacional.
Igual, será lo más seguro, mi forma de opinar sobre el
asunto sea una utopía, pero nadie me podrá negar que sería
una forma más justa de gobernar. ¿O no?
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