Esta es una Semana Santa, en la que, una vez más, lo más
destacado, son los costaleros. Los portadores, a hombros, de
los distintos Pasos ceutíes. Con su meritorio esfuerzo,
logran que, año tras año, las imágenes divinas, bailen,
literalmente, al son de los compases y ritmos que marcan los
hombros de los costaleros.
Se trata de un nutrido grupo de jóvenes, que se pasan todo
el año ensayando y dedicando gran parte de su tiempo libre,
y ocupado, a estar en forma, para tan señalada ocasión. Se
han convertido en una parte esencial de la evocación de la
Vida y la Muerte, Pasión y Resurrección, de Cristo.
Señalaré, como apunte, que no todos los costaleros ceutíes,
son tan jóvenes, o tan excesivamente jóvenes. Algunos de
ellos, ya van para mayores. Eduardo Gallardo, es uno de los
candidatos a apuntar canas.
Los costaleros de nuestra tierra, son para mí, un auténtico
ejemplo de fervor religioso. Con su magistral trabajo,
entusiasman a un público expectante, al que hacen vibrar y
emocionar. Se diría que, hasta los ángeles, bajan del cielo,
estas noches sagradas, para contemplar el espectáculo
religioso del que se disfruta y ofrece en Ceuta.
Por supuesto que la Semana Santa ceutí, no es tan sólo el
tema que comento, también están, los penitentes, las damas,
las hermandades, las bandas de música, los Pasos, los
soldados que desfilan, etcétera. Destacar, el oficio de los
capataces.
Sobre todo, también, todas esas personas devotas y fieles,
que procesionan siguiendo, de forma recogida, con sus
corazones rotos por el dolor de la vida, con sufrimientos
íntimos, detrás de su Cristo o Virgen, que más sentimientos
les inspira y profesa.
Por cierto, me viene ahora a la memoria, aquellas Semanas
Santas de Ceuta, años atrás, cuando los legionarios, en
plena calle Real, dejaban abandonados al Nazareno y a la
Virgen de la Esperanza, porque salían corriendo para
embarcar con rumbo a Málaga, para desfilar en esa capital.
Cada año maldecía aquella bofetada, y no llegaba a entender
la falta de conciencia de este pueblo.
La exhibición pública de algunas imágenes mostrando joyas,
piedras preciosas, collares, cadenas de oro, y plata, paños
de oro, y demás ostentaciones, me parece ahora y siempre,
una demostración del negocio que los curas católicos se
tienen montado en nombre de Dios.
Vivimos junto a un mar Estrecho, en el que ya casi no caben
más muertos, ahogados vivos. Su único crimen, el delito de
tantas víctimas inocentes, es , ser seres, criaturas, del
Dios Unico y Universal, a su imagen y semejanza. Pobres ,
como Jesús.
De haber nacido hoy en día, a lo mejor su "cruz" sería ser
condenado a morir en las aguas del Estrecho.
¿ Para cuándo el mensaje de la película, "La sandalia del
Pescador", será llevada a la escena de la vida real?.
Que los curas nunca desmonten el entramado financiero, lo
puedo entender. Pero que no haya ningún gobierno que ponga
fin al chupeteo de todas y de cada una de las confesiones
religiosas, católica, musulmana, y judía, fundamentalmente,
no lo comprendo. Ya vale con las subvenciones. Que cada uno
costee de su bolsillo, a su religión, de una forma directa.
Sin esta especie de timo del reparto de los presupuestos.
El hecho de que España sea un país de mayoría católica, no
tiene, necesariamente, que significar que los contribuyentes
tengan que soportar el mantenimiento de una religión basada
en el pilar, no de Poncio, sino en el pilar del
materialismo_capitalismo, más indecente que quepa imaginar.
Que católicos, musulmanes, y judíos, den a Dios lo que es de
Dios, pero porque así, de forma personal e individual, no de
manera abstracta, cada uno lo quiera, de buena gana.
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez
Zapatero, mandó un mensaje a navegantes, en el sentido de
que ya estaba superado en el tiempo, el plazo límite, para
seguir chupando de la vaca, y lo cierto es que no le
montaron otra Cruzada, porque no encontraron suficientes
caballos, dado que, por aquellos días, la cría caballar de
Jérez, andaba más por la querencia de las bodegas, que por
irse de marcha guerrera.
Pero, ¿por qué se ha aparcado el tema? Mucho me temo que
todavía no ha llegado a la Moncloa ningún presidente que
ponga fin. ¿Llegará alguna vez? Habrá que consultar las
cartas, o las estrellas, aunque, posiblemente, éstas dejen
de formar parte del Cosmos, antes que, tan buena nueva,
llegue a materializarse.
Se quedará el Universo sin estrellas, pero la presencia de
los curas, siempre estará presente. Ojalá que sea para
llenar el mundo de espiritualidad, y de energía positiva.
Con cierto aire de monje, o frayle franciscano, socialisto,
convertido con posterioridad , al mundo político, como
independiente, fichó para aquella lista municipal, a dos
reclamos que le fueron clave para su conquista del
Ayuntamiento, aunque, lo que son las cosas, ninguno de esos
dos fichajes, llegaron finalmente, a presentarse con él. Por
diferentes motivos, cada uno de ellos, no llegaron a
concurrir a las elecciones, al final.
Mi relación con aquel sacerdote, fué exquisita, y yo estaba
contento porque con su trabajo y comportamiento noble, me
hacía ver aquello de que, no todos los curas, son iguales.
Su trabajo en pos de la juventud de esta ciudad, fue
admirable. En las ferias montaba la caseta de "Las cañas", y
siempre le observaba como un infatigable trabajador, su casa
de jóvenes se encontraba situada justo encima del despacho
de dirección, que yo tenía en el barco de papel hundido.
Muchas horas de charlas en la Parroquia de Santa Teresa de
Jesús, en Hadú.
Era tanta mi admiración, afecto, y cariño, por este
religioso, que llegué a pedirle que tuviera a bien celebrar
mi boda con mi ex_mujer, Rosario Amador, en la coqueta
iglesia de Manzanera. Sus palabras, en la celebración del
matrimonio, llenó de orgullo el acto. Se refirió, con total
acierto, que siendo unas personas de familias acomodadas,
nos casabamos, no obstante, de una forma totalmente humilde.
Conociéndole , como le conocía y apreciaba, no me extrañó
que hubiese colgado los hábitos. Se casó con la entrañable
Mayka Ríos, que se fué, con su amiga, mi hermana Mari Luz, a
ese lugar que, según se dice, descansamos en paz.
Conociéndole, como le conocía y respetaba, no tardé en
señalar que su aventura política con el socialisto, iba a
durar menos que una clase suya en la Escuela de Magisterio.
Es un decir.
Llegaba con su flamante coche BMW, calle Real arriba, y a la
altura de Casa Sánchez, consecionario de Olimpia, le
esperaba aquel que , de director organizativo de las
intervenciones socialistas, buen trabajo, por cierto, de
aquellos plenos municipales entusiastas y en los que era
tanta la prisa por pasar página , que hasta el bueno de
Fructuoso Miaja, se empeñaba en quitar un cuadro de Franco
que se encontraba en el Salón de Actos, sin reparar en los
tecnicismos legales, de que para que ello fuera posible,
tenía que ser mediante la oportuna votación plenaria.
Por las calles de la ciudad, iba saludando a los miembros de
su partido, con un fuerte "compañeros", al tiempo que alzaba
su brazo con el puño cerrado.
Una noche, en feria, vino a la caseta de "las cañas", y
apuntando ya maneras de listillo, no tuvo mejor ocurrencia
que colocar su plato de jamón serrano, en uno de los tubos
que sujetaban a las cañas que formaban el chiringuito. Como
es lógico, todo el jamón se le cayó al suelo con el plato, y
su mujer le echó una mirada de pata negra.
Por creer, creía en sus soldaditos de colección, de
miniatura, que atesoraba en su casa, como los que hay, o
había, en el Parador de la Muralla, y poco más.
Pero el del BMW, lo recuperó, afortunadamente, para el mundo
civilizado de los creyentes y practicantes de corazón. De
corazón, de esos que vieron , con la cabeza, que hay que
dejarse de la suerte binguera, e ir a lo seguro. Y se puso a
planear, con las cosas terrenales de los simpecados, y las
razones de peso, de los amos del mundo. ¡Toda una
combinación para un socialista revolucionario, de esos de la
primera ola, de la rosa , y del yunque obrero!. Ahí me han
dado, como apunta el anuncio.
Y esa política de la transición, esa política socialista,
ese cambio en el que él participó, quedó para una mejor
ocasión, que no estaba el patio para dejar de abusar, ni de
atropellar, al que se ponga por delante en posición de
manifiesta débilidad, de indefensión. Hizo suyo el lema de
"bienaventurados los que aún creen en los pasos de cebra,
porque ellos pronto verán a Dios", y serpenteando aquí y
allá, llegó a acumular tanto poder ladrillón, que si este
año en Ceuta, ha salido la Procesión, más que, porque el
tiempo lo haya permitido, ha sido porque él, lo ha
autorizado.
Los relojes de Ceuta, marcan la hora de la verdad, son las
cinco de la tarde. Hasta la plaza portátil que se ponía para
los festejos en el puerto, la quitaron. Y la magnífica plaza
de toros de Tánger, permanece inmóvil en su lugar, a falta
de mihuras o victorinos. ¿Para qué necesitaría esta ciudad
una plaza de toros?. Aquí, los toreros, lidían a lo libre,
sin necesidad de recintos cerrados. Se suben cada mañana a
lo más alto del Hacho, otean el horizonte, y cuando tienen
localizado al torito bravo, que se encuentra pastando en la
tranquila ciudad, se lanzan a por él, y le propinan las
cornadas reglamentarias, y muchas de más.
Es, pues, en esta hora angustiosa, cuando me encuentro en el
hotel Ulises, en compañía de un determinado periodista
local. Espero la noticia del día, para entrevistarle. Se ha
sabido que ya no acudirá a las urnas.
- Tato, -dice nuestro entrevistado- de no haberse tratado de
ti, no estaría aquí. No he concedido ninguna entrevista,
pero conocedor de tu correcto proceder profesional, siempre,
al margen de nuestra relación de amistad, de hace ya muchos
años, es por lo que he accedido.
Hablé con el periodista que me acompañaba sobre el hecho de
que se perdiera una persona válida para la política, y, a su
vez, ese profesional de la información, le recomendó en un
determinado círculo.
Transcurrido el tiempo, yo me fuí viendo sin la posibilidad
de poder trabajar en mi pueblo, como perro apestoso y con
pulgas. Todo aquel que no era nada, hasta el más
incompetente, tenía oportunidad , menos yo. En un reciente
comentario, Manolo de la Torre, sentado junto a Andrés
Domínguez, al único que leía mi querida y difunta madre,
María Luisa, bueno, también era una lectora fiel del genial,
Quinin, Joaquin Amador, que en paz descanse, me facilita un
comentario revelador:
_Tato _ me dice De la Torre_, a mi me hablaron de ti como si
fueras la reencarnación misma del diablo.
Alzo la vista, levanto la mirada, y por encima de las
cabezas de Andrés y de Manolo, en la pared , existe una
loseta en la que reza: "peña del ladrillo" .
¿Se pueden imaginar ustedes el apodo, el mote, que tenía
aquella ejecutiva socialista?.
Al margén de estos comentarios, me permito una noticia. En
el día de ayer, viajó hacia Madrid, Francisco
Sánchez Montoya, para recabar datos para su próximo libro
sobre la masonería en Ceuta.
Desde lo más profundo de mis sentimientos, con el derecho
legítimo que me dan los mismos, me permito pedir un minuto
de silencio, para los ahogados, que no son pocos, enterrados
vivos, en nuestro pequeño mar, y, si ello se me permite
también, otro, en esta ocasión de merecido aplauso, para los
costaleros ceutíes, por los que siento, profeso, una
verdadera, auténtica, pasión. Mi profunda admiración,
respeto, y reconocimiento, por su extraordinario y
brillante, trabajo, con el que logran, cada año, que el
cielo y la tierra, se fundan entre sí, para alegría del Dios
Unico y Universal.
Acabo de venir del circo Bellucci, situado cerca del
helipuerto, en la explanada. Cuando iba con la mejor pluma
poética, que he tenido el honor de conocer, el escritor
ceutí con mayor sensibilidad, Antonio Fernández Márquez,
olvidado, para variar, y que nunca morirá en mi corazón,
rememoro que cada vez que nos visitaba un circo, corríamos
para confundirnos con los circenses. Son gente humilde,
gente de vida dura y difícil, por las condiciones de su
trabajo nómada, pero buenos y contentos con todo el mundo.
Prórrogan sus actuaciones hasta este próximo domingo, 8 de
abril, y están necesitados de la asistencia del público
ceutí. No podemos fallarles. Sobre todo, porque en nuestra
carpa de 19 kilómetros cuadrados, en esta reserva nuestra
africana en la que nos desenvolvemos, contamos, para envidia
ajena, con los mejores ejemplares dominantes de cada manada.
Por distintas circunstancias, algunos ya no están. Pero han
existido momentos en los que los reyes de la jungla, han
coincidido. El rey león, el niño, el divisón, el ladrillón.
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