La Ciudad volvió en el día de ayer a tomar el pulso al
proceso regularizador de las naves del Tarajal aunque las
conclusiones no fueron tan halagüeñas como se manifestaron
en el pasado encuentro. El presidente de la Cámara de
Comercio de Ceuta, Luís Moreno, presente en la reunión,
advirtió a los propietarios del Tarajal de la firme
intención de la Ciudad de darles un ultimatum. “Posiblemente
a lo largo de la semana que viene se empiecen a entregar en
mano unas notificaciones donde el Gobierno dará a los
comerciantes un plazo corto de días para tener en regla la
documentación”, espetó.
Las manifestaciones de Moreno se guían por la firme
convicción de la Ciudad de dar un golpe encima de la mesa y
ser riguroso con la ley. Así lo manifestó en su momento el
viceconsejero de Fomento, Juan Manuel Doncel: “La Ciudad no
tiene ningún inconveniente en conceder la licencia a la nave
que cuente con la documentación en regla”, agregó.
El encuentro mantenido, en el que Doncel y técnicos de la
Ciudad estuvieron presentes, sirvió para comprobar que el
llamamiento realizado por el Gobierno el pasado 15 de marzo
no ha tenido una respuesta adecuada en los comerciantes del
polígono del Tarajal. Así, según Moreno, cerca de la mitad
de las 230 naves que componen la instalación no han
presentado documentación para la obtención de la licencia.
Además, en palabras de Moreno “se pueden contar con los
dedos los comerciantes que han rectificado la documentación
incluida en sus proyectos de apertura y la han enviado a la
Ciudad”.
El presidente de la Cámara de Comercio de Ceuta realizó una
valoración negativa de la situación, una vez pudo conocerla
de primera mano. Ante la inmovilidad de los comerciantes,
Moreno se reiteró en el mensaje de que la Ciudad está
dispuesta a actuar: “Tarde o temprano se cerrarán las naves
que no cuenten con los papeles en regla”.
La escasa respuesta de los propietarios del Tarajal ha
motivado, según Moreno, que la Ciudad haya decidido incluir
a aquellas naves con proceso en vigor dentro de las que
recibirán la misiva con el apercibimiento.
Según las cifras que se manejaron en el anterior encuentro
del 15 de marzo, de las 117 naves que enviaron a Fomento
proyectos de licencia de apertura, 90 fueron devueltos por
“defectos o falta de documentación”. El viceconsejero de
Fomento situó a gran parte de este grupo como naves
dedicadas a actividades consideradas nocivas como los
neumáticos y los fardos de ropa.
Desde la otra parte, los comerciantes o aquellos que llevan
a cabo la regularización también tienen algo que decir y han
acusado a Fomento de practicar una excesiva “escrupulosidad”
ya que “están pidiendo cosas absurdas”. Las peticiones irían
encaminadas a la obligación de que la nave tuviera acceso de
minusválidos o que contara con una ingente cantidad de
extintores. Dos cuestiones razonables, que pierden su peso
cuando, según denuncian desde el polígono, “en las calles no
hay bocas de incendio para luchar contra los incendios ni
aceras para facilitar la movilidad a minusválidos”.
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