PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - MIÉRCOLES, 4 DE ABRIL DE 2007

 

OPINIÓN / ESPAÑA CAÑÍ

Médicos rabiosos
 


Nuria Van Den Berghe
nuriavandenberghe
@elpueblodeceuta.com
 

Están que les va a dar algo, al borde de la alferecía y con los instintos de un gato rabiando. ¿Qué si me refiero a los ateos del Anticristo ante el despliegue luminoso de pasión de nuestra Semana Santa? Sí, a esos también, pero este artículo va por los galenos, los del juramento hipocrático que están con un jamacuco ante el programa de Antena 3 “Cambio Radical”. Puro intervencionismo, porque, cada hijo de vecino, puede hacer con su body lo que le salga de esa parte de la anatomía que, las patiperras y las chichitangas dicen que “Se lava y se estrena”. Y si, las criaturas carecen de medios económicos para reparar narices de loro, estirar ajamientos, destripar muslos celulíticos o afinar buches imposibles, porque, nuestra carísima Seguridad Social no cubre estética, belleza, ni felicidad, entonces que vayan adonde apetezcan y se lo hagan gratis.

¡Joder con los médicos! Parece que tienen una lista de agravios con respecto al programa, similar al menos, a la lista de agravios del pueblo palestino que es el más agraviado de la Humanidad (y de eso vive, por cierto). Lógico, se está dando una publicidad que no tiene precio, a un selecto ramillete de especialistas que afinan napias, inyectan certeramente ácido hilaurónico, juegan con la toxina botulínica, rellenan tetas fláccidas, succionan kilos de grasas, dibujan sonrisas de cine operando de antemano las encías y, tras un largo calvario de dos meses, devuelven al adefesio convertido, o casi, en cisne y “de gratis”. Natural, todas las marujas y todos los curritos de España suspiramos por conseguir crédito, refinanciación de la hipoteca, préstamo o suerte en el cuponazo para dirigirnos veloces a esos magos del bisturí “Para la hermosura hay que sufrir recochura” decían las abuelas de la posguerra amarrando con fuerza el bigudí. Pues nos recochuraremos gustosos si es regalado. Los médicos bufan. Y bufan mal. Porque, si consideran que es un espectáculo lamentable el que, unas lechuzas ajadas salgan vomitando complejos y miserias ante las cámaras, que se pongan corporativistas y exijan al Gobierno que, la estética, sea cubierta por la Seguridad Social. Porque ¿Para que nos vamos a engañar? En el sistema público solo prestan atención a la apariencia en caso de que, el maricón de la casa para siameses, nazca una niña sirena o a un bebé unicornio, los feos desdichados y acomplejados se la refanfinflan al sistema. Hasta el punto de que, en mi juventud, cometían la increíble crueldad de aupar al hit parade, sin censura de ningún tipo, un bodrio musical y pachanguero llamado “Que se mueran los feos” y encima el vocalista maullaba, el muy cabrón “Y no quede ninguno, ninguno, en el mundo entero”. Hoy en día, los profesionales de la buena conciencia y de los chicles contra el mal aliento llamarían al cantante “Feófobo” y le denunciarían por incitación a la violencia contra los poco agraciados, intolerante, xenófobo y discriminatorio. Bueno, en mi época nadie lapidó al vocalista y es que, se era menos “nenaza” que ahora, en plena vorágine del amaneramiento y la moralina pringosa.

¿Qué si yo iría al programa? No. Me da igual mi insignificancia, porque, como fémina siempre me han considerado feúcha pero tuve, en mis tiempos, cierto predicamento entre los mandriles rijosos. No iría pero me ilusiono con la ilusión de los concursantes y me amargo pensando en que, si los Gobernantes miraran por la felicidad del pueblo soberano, existirían multitud de avances, inventos, tratamientos e innovaciones en materia de estética que estarían, no tan solo al alcance de las mujeres de los poderosos o de los propios poderosos, sino de cualquier pepito o pepita sin recursos, pero con todo el derecho del mundo a ser feliz con su físico y sentirse bien. Los médicos me parecen envidiosos. Y los Gobernantes, directamente, no nos quieren.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto