La Comisión de Patrimonio de la Consejería de Cultura dio
ayer el visto bueno al informe que la empresa Gesto ha
elaborado para establecer delimitaciones en los usos de los
fortines neomedievales que estaban sin concretar en el
acuerdo que el ministerio de Defensa y la Ciudad Autónoma
tienen sobre estos inmuebles. La falta de documentación
sobre los fuertes ante la declaración específica que tienen
de Bien de Interés Cultural (BIC) como construcciones
defensivas llevo a Cultura a tomar esta determinación que ha
concluido con un proyecto que remitirán, en próximos días,
al Estado.
El trabajo de Gesto permite ahora conocer los usos que no
deben estar permitidos en los fuertes neomedievales, sus
antecedentes históricos y visualizar un recorrido por la
historia de estos edificios a través de un amplio número de
fotografías contenidas en el informe.
El envío del proyecto al ministerio permitirá ampliar la
documentación sobre la declaración de BIC por Real Decreto
de las piezas históricas.
Orden del día
Aparte de este asunto, la Comisión de Patrimonio ha valorado
favorablemente dos licencias de obra. Por un lado, la
edificación de unas viviendas que afectaban a una zona del
recinto de las murallas Meriníes y que, tras un estudio de
la empresa Arqueotectura, se ha ratificado que mediante la
perdida de diez metros edificables como medida correctora,
el inmueble no dañará al conjunto monumental. Y por otro,
una licencia en la zona de la Marina que se preveía que
afectase a la Rampa de Abastos.
Compatibilidad
Lo interesante de la primera licencia es que, aunque el
alzado de muralla no era significativo, si era relevante
para conocer con mayor precisión la estructura urbana de la
época. Así, el informe ha dado la oportunidad de constatar
la ubicación del recinto y verificar que existían
estructuras adosadas con una zona de acceso.
Según indica el arqueólogo José Suarez, a partir de ahora,
todas las edificaciones similares exigirán un estudio previo
de posibles daños.
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