La coalición creada por Mohamed
Ali y Mohamed Haddu Musa, Coalición por Ceuta, trabaja con
la única intención de aglutinar el voto musulmán y para
ello, no dudan en pretender manipular a este colectivo sin
incidir, en los verdaderos problemas existentes y en la
búsqueda de soluciones al respecto.
Su actitud es, totalmente insolidaria con el pueblo de Ceuta
y, en particular, con el colectivo musulmán por muchas
razones. La principal, su defensa a ultranza de la petición
de protección del “dariya”, dialecto árabe hablado en el
norte de Marruecos, causa principal del fracaso escolar
entre este colectivo.
Es evidente que, los textos de nuestro sistema educativo, se
editan en castellano, las clases se imparten también en
castellano y, por supuesto, desconocerlo implica, ignorar el
contenido de las enseñanzas recibidas. Por tanto, es obvio
suponer que el fracaso escolar alcance, irremediablemente, a
un colectivo que utiliza, incorrectamente, la lengua de
Cervantes.
Por ello, es incompresible que, estos señores, elaboren un
supuesto Plan de Estabilidad Laboral incluyendo un apartado
para solucionar la falta de cualificación de los
trabajadores desempleados, argumentando la necesidad de
planes de formación. Aunque, formación ¿en que idioma?.
¿Para trabajar donde, España o Marruecos?.
Aunque, la respuesta puede ser contundente si, tenemos en
cuenta el pensamiento político de una de las formaciones que
lidera la coalición, Izquierda Unidad. Formación
históricamente abierta a las reivindicaciones de anexión de
Ceuta por nuestro país vecino.
Obvian estas formaciones que, nuestro actual Gobierno,
presidido por Juan Jesús Vivas ha trabajado, durante estos
seis años, en el fomento y desarrollo de una política
educativa para todos los ceutíes, sin excepciones. Muestra
de ello son, el incremento espectacular experimentado por
las becas al estudio y las actividades educativas
complementarias. Así como, por los programas de formación
elaborados específicamente para los colectivos con especial
incidencia en el desempleo.
En definitiva, formaciones políticas que hacen de la
manipulación y el engaño su principal instrumento de trabajo
electoral y que, según mi humilde criterio, deberían
preocuparse en solucionar el indiscutible problema
existente, es decir, aportar las proposiciones necesarias y
conducentes a fomentar la enseñanza del castellano entre un
colectivo afectado, históricamente, por la ineptitud de
estos lideres políticos.
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