“Orgullosísimos y muy felices”. Con estas palabras define
Miguel Ángel Ríos, tío de Guillermo Molina y uno de sus
primeros entrenadores, el clima que se vive actualmente en
su familia tras la medalla de bronce y el galardón al
jugador más valioso (MVP) conseguido por su sobrino en el
Campeonato del Mundo de Melbourne defendiendo los colores
del equipo español.
- ¿Cómo ha seguido la familia Molina las evoluciones de
Guillermo a lo largo del Mundial?
- La verdad es que estamos orgullosísimos de lo que ha
conseguido. La única pena es que no he podido seguir en
directo ni la semifinal ni el partido por el bronce, ya que
estoy concentrado en Málaga con la selección ceutí infantil
en el Campeonato de España por Selecciones Autonómicas. Más
o menos lo mismo les ha sucedido a sus padres y a su hermano
menor, que también están aquí.
- ¿Has tenido la ocasión de hablar con él y felicitarle?
- Sí, nos llamó desde Melbourne una vez finalizó el partido
frente a Serbia. Nos llamó sobre las diez (hora ceutí) y nos
dijo que había sido el segundo máximo goleador y el MVP del
torneo. Nos fuimos pasando el teléfono de unos a otros y yo
le felicité y le di las gracias por los momentos tan bellos
que nos ha hecho vivir.
- ¿Qué le puede deparar el futuro a Guillermo, que con
tan sólo 23 años recién cumplidos se ha convertido en el
waterpolista más determinante del mundo actualmente?
- Pues todo. Su techo está aún por llegar. Sigue siendo
joven, así que todavía le quedan un par de años para
convertirse en un jugador determinante no sólo para un
bronce, sino determinante para conseguir un oro en unos
Juegos Olímpicos o en un Mundial. Estoy seguro de que puede
llegar a ese nivel.
- ¿Pensaste alguna vez que llegaría tan alto?
- Desde pequeñito se le veía una progresión impresionante.
Veía que Ceuta y Andalucía se le quedaba pequeña, por eso le
buscamos una salida hacia un lugar donde pudiera progresar.
- ¿Cuál podría ser su próximo reto?
- La competición española se le está quedando pequeña ya,
por lo que pienso que pronto estará en ligas más fuertes
como la italiana, la griega o la croata. No creo que tarde
más de dos años en dar ese salto. Además, si sale de España
será para recalar en algún grande de Europa, uno de esos
equipos en los que pueda conseguir estar en una Final Four y
ganarla. A nivel mundial y con la selección, su próximo reto
será sin duda alzar un metal en una Olimpiada.
- ¿Puede que le haya sabido mejor este bronce que el oro
conseguido en Fukuoka, a tenor de su rol en el equipo en uno
y otro mundial?
- El papel de Guillermo en Japón tuvo momentos determinantes
en la defensa de boya. Ahora ha jugado más en ataque, y
sigue siendo el mejor defensor del mundo, en mi opinión. En
Australia ha sabido compatibilizar a la perfección sus
labores defensivas con su acierto en ataque. Todo ello le ha
llevado al lugar tan alto que ocupa ahora.
- ¿Cuáles son las cualidades que le han catapultado a la
elite mundial?
- Independientemente del físico necesario para este deporte,
si hay cosas que distinguen a Guillermo del resto. Su
determinación, su capacidad de sufrimiento y la claridad con
la que se marca objetivos. Tiene una fortaleza psicológica
muy grande que le lleva a aguantar entrenamientos que otros
no podrían.
- ¿Cómo tiene prevista la familia el recibimiento del
mejor jugador de la actualidad?
- Pues de un modo familiar. Nos reuniremos todos y me
imagino que nos contará sus sensaciones durante el
campeonato.
- ¿Sabes si el gobierno ceutí tiene previsto algún tipo
de acto de homenaje?
- No sé lo que harán las autoridades. Hasta ahora no sabemos
nada. Cuando fue campeón del mundo en 2003 le hicieron una
pequeña recepción. Considero que la ciudad le debe
reconocimiento, ya que no se valora lo que Guillermo está
haciendo por Ceuta. Yo siempre digo que él y la cantante
Nazaret son los grandes reclamos turísticos de la Ciudad.
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