El Gobierno de la Ciudad ha informado de que el próximo día
10 de abril se formará un grupo de trabajo entre
representantes de Ceuta, Melilla y del Ministerio de
Administraciones Públicas (MAP) para debatir sobre las
competencias en urbanismo. La administración local aspira a
recuperar la capacidad de planificar esta materia. El
presidente del Consejo Social y Económico (CES), Basilio
Fernández, entiende que las entidades locales son las
instituciones más idóneas para hacerse cargo de las
políticas de urbanismo pero se apresura a precisar que debe
existir “una supervisión a determinados niveles”.
“Creo que se debe compaginar de manera equilibrada la
necesaria capacidad de ordenar el territorio de una manera
racional, explicada y justificada y debe correr a cargo a
iniciativa de los ayuntamientos porque son los que mejor
conocen las necesidades de sus ciudadanos. Aunque deben
tener a determinados niveles una supervisión, antes existía
una Comisión Provincial de Urbanismo, que se encargaba de
fiscalizar, es decir, velaba para que todo fuese racional y
ordenado, había un cierto control”, añadió. Fernández
reconoce que la postura que ha mantenido el presidente de la
Ciudad, Juan Jesús Vivas, respecto a las políticas
urbanísticas es moderada. “Por sus manifestaciones, creo que
apuesta por una fórmula equilibrada, para que se reparta
adecuadamente las competencias de la Ciudad y el Estado”,
apuntó.
Las segundas viviendas
Una de las propuestas que el presidente de la Ciudad
Autónoma, Juan Jesús Vivas, trasladó en el pasado ‘Encuentro
sobre las posibilidades de inversión en Ceuta y el norte de
África con especial referencia al sector turístico e
inmobiliario’ celebrado en Mijas fue las posibilidades del
mercado de la segunda vivienda en la Ciudad Autónoma.
El presidente del CES, Basilio Fernández, el desarrollo de
este sector es propio de las ciudades y las zonas “que
aspiran a tener usos turísticos importantes”, ya que la
tendencia es que los potenciales visitantes acaben
solicitando una vivienda en propiedad para residir en esas
zonas, sobre todo, extranjeros. “Primero lo ven como un
lugar donde residir y luego, como una inversión. No sería
una mala opción”, indica Fernández, “Ceuta no es que tenga
mucho terreno pero estudiándolo se lograría. Desarrollando
un planeamiento, liberando zonas de infravivienda y
recalificando zonas dentro de una ordenación”. El máximo
representante del Ceuta explica que la tipología de la
ciudad está cambiando actualmente pero precisa que existen
muchas zonas donde es necesaria una restructuración por la
existencia de viviendas antiguas y en malas condiciones.
“Eso es posible y sería interesante como un factor económico
pero conjuntado entiendo yo, bien como segunda vivienda para
la implantación de industria, una vez que se habilite esa
zona en la ciudad, o bien como residencia de ese flujo
procedente de una actividad turística en auge”, aseveró.
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