“Si Adelita se fuera con otro //
La seguiría por tierra y por mar // Si es por mar en un
buque de guerra // Si es por tierra en un tren militar.” Me
imagino que el autor de la canción debería sentir una enorme
desesperación por la marcha de Adelita. Así que me he
buscado el teléfono del compositor y he tratado, por todos
los medios a mi alcance, de tranquilizarlo.
No me van a creer pero me ha costado lo mío poder
convencerlo, de que Adelita no se va a ningún sitio, que no
se va a mover de donde está y que, además, para su
tranquilidad la va a encontrar en las lista del Partido
Popular. O sea que ya me sé el nombre de una persona que irá
en esa lista y de lo cual me alegro una jartá.
Uno que tiene más kilómetros que le baúl de la Piquer y más
tiros que los patitos de una caseta de feria de tiro al
blanco, conoce a Adelita desde hace un montón de años y
siente un gran afecto por ella y por toda su familia. Por
eso me alegra una enormidad que forme parte de esa lista que
le puede dar un sillón en la Asamblea.
Mujer de grandes cualidades, trabajadora infatigable, posee
los conocimientos suficientes para ostentar, con total
garantía uno de los sillones de diputados, en este caso
diputada, de la Asamblea de Ceuta. Desde aquí y desde ya,
queremos darle nuestra más sincera felicitación y el deseo
expreso de que consiga ese puesto de diputada-
Espero y deseo que mis informadores no me hayan fallado al
darme este nombre porque, de haber fallado, me molestaría
una enormidad. También espero y deseo, fervientemente, que
no ocurra como suele ocurrir, en muchas ocasiones que el
menda de un nombre y basta que sea quine lo dé, para que
desaparezca cualquier oportunidad que tenga.
Me quieren tanto, me adoran de tal manera, que nombre que se
me ocurre dar, llevado por mi intuición, persona que cae en
desgracia aunque haya tenido todo a su favor. Por una vez, y
sin que sirva de precedente, no me dolería más que esto se
cumpliera y que por haber dado su nombre, como futura
diputada, la dejen fuera de la lista. Ella, no se merece
eso.
Por cierto, dejándome llevar por mi intuición, sé muchos más
nombres de los posibles candidato/as a ir en la lista y, por
supuesto, de quienes no irán en las mismas, a pesar de que,
actualmente, ocupan un silloncito en la Asamblea.
Me soplan un nombre que de ir en la lista sería la releches
en bicicleta. Para mearse y no echar una gota. Me juran y me
vuelven a jurar, por todo lo jurable, que tiene todas las
papeletas para ir en esa lista. Si eso es cierto, no me lo
puedo creer por más esfuerzo que hago por asimilar el
nombrecito en cuestión. Le doy vueltas y más vueltas a la
cabeza pensando en ello y, por más vueltas que le doy, no
puedo creérmelo, es demasiado para mi body serrano.
Aunque, hoy día, pensando como está la situación nada hay
mejor, para llegar a un partido con un gran aval, que un
cambio de chaqueta. ¡Será por chaqueteros y avalistas de
chaqueteros!.
En esto de los cambios de chaquetas nunca entendí, ni jamás
entenderé, como se pueden cambiar las ideas de “toda la
vida”, por un puñado de dinero. Son hipócritas y
mercenarios.
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