Sigo interesadísimo en las
posibles y futuribles listas que, los distintos partidos
participantes en las próximas elecciones municipales van a
presentar. Extiendo mis redes de informadores por doquier,
para ver si averiguan algún nombre de un posible candidato.
Oiga, amigo guardia, Top Secret. Nadie se atreve a dar un
nombre se vaya, por esa indiscreción, a quedar descolgado
del lugar que le habían asignado en las mismas.
Total me calmo y pienso que en nada, por pura obligación,
tendrán que aparecer los nombres de todos aquellos que vayan
en las distintas listas. Así que dejo de preocuparme, por
tal asunto, y me dejo llevar por mi intuición sobre los
posibles nombres que irán en la lista de los populares.
Digo los populares, como podía haber dicho cualquier otro
partido. No es que tenga predilección alguna por semejante
formación, a la que no me une, absolutamente, nada. La he
escogido porque desde mi particular e intransferible
opinión, son los que, más posibilidades tienen de volver a
sacar mayoría absoluta, gracias a que cuentan, en sus filas,
con un líder de la categoría de Juan Vivas, puesto que de no
contar con tal aval, casi estaríamos por asegurar que no
sacarían mayoría absoluta.
Juan Vivas, guste o deje de gustar es, hoy por hoy, el líder
más valorado por el pueblo y a quien el pueblo vota de forma
masiva. Porque sigo insistiendo, aunque Juan no se lo quiera
creer, ese es su problema y algunos de su partido se me
enfaden, en el caso del actual presidente de la Ciudad, no
se vota a ninguna sigla, se vota al hombre, a Juan Vivas.
Es más, en mi particular opinión, personal e intransferible,
si Juan Vivas decide crear un partido independiente y
presentarse, con el mismo a las elecciones, volvería sacar
mayoría absoluta.
Los pueblos, por las razones que sean, crean ídolos y son
sagrados hasta, tanto en cuanto, que el pueblo decida
mantenerlos en el pedestal al que le han subido. Y es el
pueblo, sólo el pueblo, el que puede bajarlo de ese
pedestal. Y, en los momentos actuales, Juan Vivas goza de la
total confianza de su pueblo y le seguirá votando.
Sé, positivamente, porque ya lo he escrito en más de una
ocasión que, Juan Vivas, no admite que sea él sólo el que
consiga esa mayoría absoluta que, para conseguirla, tiene
que contar con el apoyo de no sé cuantas personas y, por
supuesto, el apoyo inestimable de su partido.
Sigo en mis trece y no quito ni una coma de cuanto he
escrito sobre que, Juan Vivas, él solito ha sido el que ha
conseguido la mayoría absoluta. Qué él no se lo cree,
insisto, es su problema.
Confirmar si estoy en lo cierto o estoy equivocado, es lo
más fácil del mundo. Todo consiste, en lanzarse a la calle y
preguntarle a los ceutíes: ¿Ustedes a quién han votado?. Y
la repuesta que escuchará aquel que realice la encuesta
será, siempre, la misma: “He votado a Juan Vivas”
Servidor, que se patea las calles de esta mi tierra, llevó a
cabo esa encuesta entre muchísimas personas, de todos los
niveles culturales y clase social y, siempre, me dieron la
misma repuestas “A Juan Vivas”. Ni quito, ni pongo rey, ni
ayudo a mi señor, porque no tengo esa facultad y, además, no
tengo señor.
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