Vuelve a Ceuta, el mayor
espectáculo del mundo, el circo. Por cierto, que nadie se
equivoque, es el Circo Europa, no el Circo del Sol que, al
parecer, este último o sea el Circo del Sol, según los
entendidos es el mejor circo del mundo ya que, en el mismo,
se encuentran los mejores artistas del momento.
Servidor, perdonen la forma de señalar, siempre ha sido un
admirador del mayor espectáculo del mundo donde, cada día y
en cada número, se impone el más difícil todavía. Vamos como
en la vida real dependiendo de los euros con los cuales,
como el lema del circo vivir, cada día, es más difícil
todavía. Naturalmente, que la cosa del euro y sus
dificultades para llegar a fin de mes, no va con aquello que
ganan una pasta gansa sin darle un palo al agua. Que, como
las meigas, haberlos haylos.
En principio creí, soy una jartá de crédulo, que el circo
vendría haya por el mes de mayo, donde la primavera está
asentada y no es fácil que llueva, y por culpa del mal
tiempo se estropee el espectáculo. Lo que sería, sin duda
alguna, una gran pena perderse a los equilibristas en ese
difícil arte de saber sujetarse y mantenerse sobre un débil
cordón de acero. Se ha adelantado pero, vamos, no hay que
preocuparse, igual en el mes de mayo, a finales, aparece
otro circo, que puede ser mejor que este. Eso nunca se sabe
hasta que no se ven, ambos dos, y decide uno cuál de ellos
es el mejor.
Para mi, personalmente y en persona, digan los que digan los
jóvenes y las jóvenas, enamorado hasta las trancas del mayor
espectáculo del mundo, me da la resanción de que el que,
posiblemente, venga a finales de mayo va a ser mucho mejor
que este. Baso esa creencia en que va a tener mayor número
de artistas y, por tanto, una mayor variedad de atracciones.
Aunque, como enamorado hasta las trancas del circo, tengo
que reconocer que el número que hace mejor o peor, al mayor
espectáculo del mundo, es el de los payasos. Oiga, amigo
guarida, los payasos son el alma de los circos, y unos
buenos payasos aseguran el triunfo del espectáculo.
España, nuestro país, eso hay que decirlo porque es una
verdad como un templo, ha tenido fama, en el mundo entero,
de dar los mejores payasos a los circos. Incluso hoy día, a
pesar de que los circos están en decadencia, sin duda
alguna, estamos aportando a los circo que se resisten a
desaparecer nuestros mejores payasos, aunque estos no sean
muy creativos y estén utilizando siempre los mismos chistes,
que más que reír nos están haciendo llorar. Y es que, se
quiera o no, la nueva hornada de payasos deja mucho que
desear con los anteriores, que eran auténticos maestros en
el difícil arte de hacer reír.
Hay que reconocerlo, aunque sea con dolor de corazón, sobre
todo para los que tanto amamos el circo, estos son payasos
que más que actuar en la pista del circo, deberían hacerlo
en un hemicirco, que es la mitad del circo evitando, con
ello, las comparaciones que, siempre, son odiosas.
Un circo con malos payasos, ni es circo ni es nada. Así que,
de momento, me voy a ir a ver este circo que nos ha llegado
y esperaré, con toa paciencia, la posible llegada del circo
que vendrá en mayo, para poder evaluar a los payasos de
turno.
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