La familia G.P. asegura que padecieron un trato “vejatorio
al abandonar y no atender” a la madre de 68 años con graves
problemas articulares en las piernas que llegó para ser
tratada por uno de los dos galenos especialistas en
Traumatología de su cuadro médico. En concreto, los
familiares denunciaron ante este medio (EL PUEBLO intentó
por la tarde de ayer contactar sin éxito con el centro
médico referido, ‘Clínica Oftalmológica’. Una constante voz
refería a que en “breves momentos le atenderemos”, sin que
se lograse el objetivo) que habían solicitado cita previa
“confirmada telefónicamente” para el día concreto de los
hechos.
“El estado en que llegó nuestra madre a la clínica para ser
atendida por el traumatólogo que le ve también en la
Seguridad Social y que le operará algún día -está en lista
de espera desde hace varias semanas-, era bastante malo por
los dolores que padece de rodilla”, aseguran los hijos.
El día de los hechos -dicen- la clínica estaba llena de
pacientes esperando quienes comprobaron fehacientemente la
situación denunciada, aseguran los interesados. “A las nueve
de la noche y no de muy buenos modales, la chica nos dijo
que no podía atenderla porque no tenía cita”. Este hecho
indignó a los familiares porque reconocían que habían
ultimado la hora y el día para la consulta.
La familia ha puesto en conocimiento -en sus oficinas
centrales de Madrid- a la compañía médica Sanitas, de quien
la madre es asegurada, de cómo se sintió mal tratada por el
personal auxiliar de la clínica. De hecho, ayer
interpusieron en Consumo la denuncia pertinente y comunican
que iniciarán los procedimientos adecuados tendentes a
resarcir el “trato vejatorio” que han sentido por parte del
personal.
En ningún momento, dicen, quieren mezclar lo que es un trato
“penoso a la clientela” por parte del personal contratado,
con la profesionalidad de los médicos de la Clínica
Oftalmológica. “Hay testigos de renombre en la ciudad en ese
día que pueden dar fe de lo ocurrido. Es más -afirman- los
pacientes le decían a la señorita que a ellos no les
importaría que fuese atendida nuestra madre por el estado en
que se encontraba, pero no consintió”.
Fimosis o vasectomía
Cuentan, estos protagonistas, que un error de una de estas
empleadas en relación a un miembro de esta misma familia
estuvo a punto de costar “un disgusto”. Estaba preparado
para ser operado de fimosis “pero me dí cuenta de que en la
hoja ponía vasectomía”, afirma el menor de la familia.
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