El Fortín del Príncipe vive días de transformación. De un
estado de semi abandono y completo desuso desde 1990 pasa
ahora a ser el lugar de trabajo de un equipo de once hombres
y tres mujeres -el 50% procedentes del mismo barrio- que, a
través del taller de empleo que gestiona la fundación Forja
XXI, suplen sus carencias formativas y rehabilitan un punto
de interés histórico de la Ciudad Autónoma con un objetivo
inicial: impulsar un nuevo centro cultural. El proyecto, que
se encuentra en la primera fase de restauración, contó ayer
con la visita del delegado de Gobierno, Jenaro
García-Arreciado, quien destacó esta actuación estatal
dentro de los 15 millones de euros que el Gobierno invirtió
en 2006 en pro de la reinserción laboral.
Con el objetivo de redefinir los límites fronterizos con
Marruecos mediante la firma de la Paz de Wad Ras (1860), se
levantó a lo largo de la década siguiente un conjunto de
siete fortificaciones entre las que destaca este edificio
que ha pasado de ser guarnición militar a cuartel de la
Guardia Civil y que, después de quince años a la sombra del
olvido, toma un rumbo nuevo. Convertir el inmueble en un
centro de actividad cívica y cultural con un taller de
artesanía es el primer destino. Después será el Estado quien
decida su función.
El proyecto supone una inversión total de 2 millones de
euros. Tal como indicó García-Arreciado, la aportación
estatal inicial es de 1.200.000 euros compartida con la
Rampa de Abastos. Además hay un convenio con la Ciudad de
200.000 euros y el resto de la dotación que sufrague la
rehabilitación procederá de la iniciativa privada.
El trabajo de los catorce desempleados junto a su monitor
Jens Thomas Ziegner comenzó el 28 de diciembre y tendrá una
duración de un año. Durante este tiempo, los participantes,
que son mayores de 25 años y perciben un sueldo de 1.000
euros , se reinventarán a si mismos a través de un programa
que combina formación básica en informática, riesgos
laborales, sensibilización medioambiental con técnicas de
albañilería.
La labor de estos parados de larga duración se ve
posibilitada con la inyección de 1.800.000 euros que el
Estado ha invertido en 2006 para los talleres de oficio y
las escuelas taller. 28 manos que hasta hace tres meses
estaban en desuso lustran estos días el pasado en piedra de
la Ciudad Autónoma. Un Fortín con capacidad para 300 hombres
que, una vez rehabilitado, pondrá sobre valor la capacidad
de reinserción laboral de los 14 ceutíes que se afanan
diariamente en volver a darle brillo.
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