El dinamismo experimentado por la economía ceutí durante el
pasado 2006 ha sido el menor entre el resto de comunidades
autónomas. De hecho, sólo ha tenido una tasa de crecimiento
real de 3,3 puntos, frente a los 4,1 de Murcia, la región
que más creció. Entre las causas de este receso hay que
apuntar al excesivo peso de la inversión pública en nuestra
ciudad, que lastra mucho la iniciativa privada y con ella el
repunte del capital real en las empresas ceutíes y su
producción.
Pero no todo son malas noticias, ya que estos datos del
Producto Interior Bruto ceutí superan en medio punto a los
que alcanzó la Unión Europea con los 25 estados miembros,
que fue de 2,9, por lo que el impulso de nuestra ciudad
sigue siendo importante. Tanto es así, que en el periodo
2000-2006 la Tasa de Crecimiento Anual Media del PIB en
términos reales le sale positiva a nuestra ciudad,
situándose por encima de la media nacional, si bien no
excesivamente, ya que sólo la supera por 3 décimas de punto,
3,37 puntos de crecimiento sobre los 3,34 del resto del
país.
Por lo que se refiere al bolsillo de los ciudadanos, el PIB
nominal per cápita, Ceuta continúa arrastrando los problemas
que le impiden terminar de despegar. La ciudad se sitúa por
debajo de la media nacional con 20.171 euros por habitante,
y pese a ser de las más bajas, dentro de éstas supera las
comunidades que menos producen por habitante, como
Extremadura, con 15.054 euros, o Andalucía, con 17.251
euros. Esto sitúa a Ceuta aproximadamente a un 11% por
debajo de la media nacional, un dato superior a Andalucía,
la comunidad más próxima geográficamente, de casi 10 puntos
porcentuales, y prácticamente un punto por encima de la
ciudad hermana Melilla.
Hay un punto que es necesario aclarar, y es que el
crecimiento del PIB en nuestra ciudad tiene algo de
irrealidad por lo que se ha llamado el ‘espejismo
estadístico’, ya que si la población creciese como lo hace
la media, sí sería distinta la media del PIB, pero al no
aumentar, el denominador de la división no aumenta como el
numerador, por lo que sobreviene la trampa que hace estas
cifras ficticias. La productividad ceutí está en realidad
por debajo de la media nacional.
Por sectores, la economía de nuestra ciudad sigue
dependiendo en exceso de la inversión pública, que supone
casi la mitad de la inversión. La construcción supone el 8%
de nuestros movimientos económicos, mientras que el sector
servicios es el más amplio con diferencia. Una dinamización
de la economía ceutí pasaría invariablemente por
diversificar el tejido productivo.
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