Los promotores de ampliación de la desaladora de Ceuta han
incluido en el proyecto del quinto módulo la construcción de
un emisario submarino de 200 metros de longitud para el
vertido de unos 39.300 metros cúbicos al día de salmuera, es
decir, de la sal restante del proceso. El objetivo es
reducir los efectos negativos para el ecosistema marino que
pueda tener el exceso de sal, ya que consideran que esta
medida evitará los perjuicios sobre las especies protegidas
de la zonas como corales o aves.
El Ministerio de Medio Ambiente ha tenido en cuenta a la
hora de aprobar la Declaración de Impacto Ambiental (DIA)
que no existe afección directa ni al Lugar de Importancia
Comunitaria (LIC) del Monte Hacho ni a la Zona de Especial
Protección de Aves (ZEPAS) en Calamocarro-Benzú.
Simulaciones
Los promotores del proyecto han llevado a cabo un sistema de
simulaciones para determinar la velocidad -1,1 metros por
segundo- y la distancia entre el LIC y el vertido de
salmuera -1.300 metros-.
La Consejería dio el visto bueno al proyecto desde un primer
momento por la necesidad de ampliar las instalaciones de una
planta desaladora que supone el 83 por ciento del consumo de
agua de la población actual con previsiones de crecimiento.
No obstante, solicitó información sobre las medidas para
disminuir los efectos de la salmuera en vertidos directos y
relacionados con la limpieza de filtros y membranas. Para
ésto, los promotores proponen la almacenamiento en un
depósito para su tratamiento en una planta de efluentes,
previamente a su vertido. Los fangos que se generen, se
recogerá por un gestor autorizado.
Sin explosivos
Con el fin de prevenir cualquier afección al fondo marino
-ya que existen informes de la Sociedad Española de Cetáceos
y de WWF/ADENA que denominan a la zona como un área de paso
de cetáceos y especies marinas de interés- se evitará el uso
de explosivos para las excavaciones de los fondos marinos,
empleándose otros sistemas, como dragas especializadas para
fondos rocosos. Asimismo se realizará un seguimiento de los
efectos de la salmuera, sobre todo, en los dos primeras
semanas de funcionamiento del quinto módulo. Se instalarán
medidores autónomos de salinidad en, al menos, cuatro
estaciones situadas, dos de ellas, en los límites más
cercanos del LIC del Monte Hacho y otros dos en el interior
de esta zona.
Transcurridos seis meses desde la puesta en marcha de la
desaladora ampliada, si no se observa afección a las
comunidades de estos fondos, el control de salinidad se
realizará cada seis meses, salvo que tenga lugar cualquier
tipo de avería o anomalía en planta o emisario, en cuyo caso
deberá mantenerse dicho control hasta recuperarse el normal
funcionamiento.
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