El presidente de la Ciudad, Juan Vivas (PP), y los
portavoces de la UDCE y el PSOE, Mohamed Ali y Antonia
Palomo, serán los encargados de defender en el Congreso de
los Diputados el texto de la iniciativa legislativa que la
Asamblea ceutí votó ayer por unanimidad para instar a la
Administración General del Estado a bonificar el 50% de las
cuotas a la Seguridad Social de todos los trabajadores
excepto los funcionarios.
Así lo pactaron, también por consenso, los cuatro grupos
políticos con representación institucional en la Sesión
Plenaria Extraordinaria que a tal efecto celebraron
inmediatamente después de terminar el Pleno Ordinario.
El debate de la iniciativa, que se antojaba indigesto para
Palomo, que se veía ante la nada atractiva opción de
respaldar una propuesta del Consejo de Gobierno o
rechazarla, por electoralista, pese a que su partido la
llevaba en su programa electoral. Al final, sin embargo, se
impulso la lógica y, con la complicidad de la dirección
nacional del PSOE, la portavoz socialista, la única que aún
no había desvelado ni siquiera al presidente Vivas el
sentido del voto de su grupo, dijo que sí, que adelante, que
al fin y al cabo era una demanda que su partido mantiene
desde hace 10 años que el “electoralista” PP regional había
copiado “tarde y mal”.
Críticas aparte, el anuncio de Palomo convirtió la Sesión en
poco menos que un camino de rosas para Vivas, su Gobierno y
el Grupo Parlamentario Popular en general. Así lo confirmó
el presidente en las palabra que dirigió a la Cámara al
término del debate, cuando se mostró “extraordinariamente
satisfecho” por el resultado del mismo e invitó “a todos”,
aunque obviamente se dirigía especialmente a Palomo, a
“hacer la influencia que cada uno pueda” en los grupos del
Parlamento para que la iniciativa concluya con “un final
feliz”.
Una hora antes de este broche de oro a la Sesión, que
transcurrió en un buen ambiente e incluso con sonoras
carcajadas tras la intervención de Mustafa Mizzian, Yolanda
Bel abrió el debate recordando a los presentes que la
iniciativa, al amparo de lo dispuesto en el artículo 13 del
Estatuto, es “conveniente y oportuna”.
Bel recordó, además, el consenso que los agentes sociales y
económicos y el resto de fuerzas políticas en la ciudad
habían exhibido entorno a una propuesta que, según dijo,
“tendría un impacto muy positivo en quienes se beneficiarían
de ella”. “No es una petición nueva”, aseguró también la
portavoz del PP poniéndose la venda antes de recibir los
dardos que, en su turno de réplica, le dirigieron todos los
grupos de la oposición por “oportunista” y “electoralista”.
“Oportuna” o “electoralista”
El primero en hacerlo fue el líder de la UDCE, Mohamed Ali,
que ya había anunciado que secundaría la iniciativa pese a
que el Gobierno no había contado con la oposición para
redactarla (“espero que no se repita con las otras
iniciativas anunciadas”, rogó). “Este es un instrumento que
por desgracia la Ciudad no había utilizado nunca, pero su
contenido no es más que una medida coyuntural; hay que
encontrar otras medidas que no nos obliguen a estar siempre
pidiendo nuevas subvenciones al Estado”, exigió.
Palomo fue, como se esperaba, la más dura con el Gobierno.
La líder socialista atacó a Bel por pedir ahora “lo que no
aceptaron cuando tenían mayoría absoluta en el Congreso”;
por copiar “tarde y mal” una demanda que, según recordó, el
PSOE llevó hasta en tres proposiciones no de ley a las
Cortes entre 1997 y 2004 sin recibir el apoyo del PP; y por
utilizar las subvenciones que los sectores económicos en
crisis reciben desde 2004 para “beneficiar a algunas
empresas públicas como Servicios Turísticos”, una especie de
fraude de ley que no quiso llevar más allá.
“Esta es una propuesta electoralista porque ustedes saben
que no se va a poder debatir en el Congreso antes de las
elecciones de mayo”, apuntó Palomo, “pero creemos en ello,
lo hemos pensado siempre y por eso voy a votar a favor de
una iniciativa que no es suya, sino nuestra”, concluyó.
Mustafa Mizzian, que el lunes ya le había dicho a Vivas que
votaría a favor pero que “debatiría”, tampoco ahorró
reproches al PP, al que también acusó de “partidista”. “¿Por
qué ahora?”, se preguntó el diputado, quien advirtió de que
la vía escogida es “una aventura” y subrayó que “sin medidas
complementarias tendrá poco efecto”.
“No vamos a negar las bondades de las bonificaciones o su
carácter positivo, pero no seamos triunfalistas”, dijo
Mizzian, quien no tuvo reparos en asegurar que votaba a
favor de la iniciativa “para no quedarnos fuera de este
carro” y “para que ustedes [en alusión al PP] también se
sientan felices con nosotros”.
Como no podía ser de otra manera, Bel le dio las gracias
como había hecho antes sin excepción con cada portavoz y
Vivas le devolvió el gesto invitándole personalmente a
formar parte de la comitiva ceutí que viajará a Madrid,
aunque no como representante oficial.
“Aquí comienza un camino que no será fácil”, dijo Vivas,
quien renunció expresamente en nombre del PP a la “regla de
proporción” que le hubiera dado dos representantes en la
delegación, limitada reglamentariamente a tres miembros.
“Sería democrático, pero no conveniente”, admitió.
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