La bonificación hasta el 50% de
las cuotas a la Seguridad Social beneficiaría a casi 1.700
empresas ceutíes que englobaría nada menos que a 2.880
trabajadores autónomos y a 11.000 empleados por cuenta
ajena. Una medida que se solicita por el conducto
reglamentario, vía iniciativa legislativa de la Ciudad
Autónoma, en tanto en cuanto su aplicación no sólo se ha
retrasado en el tiempo sino que amenaza casi con no salir
adelante en esta legislatura. El Pleno de la Asamblea lo
propone a aprobación hoy
Lo cierto es que la búsqueda de la dinamización económica de
Ceuta debe ser un objetivo de las administraciones quienes
tendrían que encabezar por sí mismas iniciativas tendentes a
lograr este fin. De cualquier modo, la vía de la iniciativa
legislativa, amparada en el propio Estatuto de Autonomía de
la Ciudad, es una posibilidad muy adecuada para llevar a
cabo el procedimiento que culmine con este objetivo que, en
cualquier caso, viabilizará el fomento de contrataciones y,
asimismo, logrará una superior retribución laboral.
Dicho lo cual, una vez establecidos los reglamentos
adecuados de estricto cumplimiento por las partes, el
beneficio recaería en consecuencia en la economía doméstica
y empresarial así como en la reducción de las tasas de paro
que Ceuta son realmente elevadas.
Aún por recurrente, no deja de ser una realidad el hecho de
que la ciudad dispone de diferentes hándicaps que obligan a
contar con el reconocimiento de sus hechos diferenciales que
le impiden, por consiguiente, desarrollarse desde el mismo
prisma que cualquier otra región del país.
No es novedad el que Ceuta sea frontera terrestre con un
país ciertamente desfavorecido (teniendo en cuenta su renta
per cápita), como tampoco lo es su extra peninsularidad y
las consecuencias derivadas de ambas circustancias en
relación a una inmigración irregular latente que incide
negativamente en un mejor desarrollo económico de la Ciudad
Autónoma ya de por sí disminuido por su reducido mercado
interior.
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