Desde comienzos de marzo, y hasta bien entrado el mes de
junio, el grupo de anillamiento de aves Chagra acude al
observatorio de Punta Blanca para anillar todas las aves que
caigan en la red. Es una tarea paciente, científica, que
requiere precisión y largas horas de espera. El grupo está a
la espera de una reforma de la estación, que han habilitado
ellos por sus propios medios, que está pendiente desde hace
casi tres años, cuando firmaron un convenio con la Ciudad.
En la mañana de ayer pudieron anillarse ejemplares de
frigívoros (comedores de grano) e insectívoros, y se
pudieron observar rapaces y aves marinas, una labor
científica la de este grupo de primer orden, reconocida a
nivel nacional.
|