Con la decisión del Fiscal de la
Audiencia Nacional de retirar la acusación que pesaba sobre
el portavoz de la ilegalizada Batasuna Arnaldo Otegui, se
provoca la absolución y, por consiguiente, el archivo de las
actuaciones que se seguían contra en mismo en la citada
Audiencia.
Si repasamos un poco la “biografía” del dirigente aberztale,
vemos que con 20 años se encargaba de vigilar a empresarios
para su secuestro. Que en 1978 participa en el secuestro del
Director de la Empresa Michelin al que oculta en una cueva.
En julio de 1979 participa en el de Gabriel Cisneros
(miembro del Partido de U.C.D.) siendo Otegui el conductor
del vehículo donde trasladaron al secuestrado. En 1979
encañona a Ruipérez (Secretario General de U.C.D.) y, con
otra etarra, le secuestran. Es condenado, también, por el
secuestro del empresario vasco Abiatúa ingresando en prisión
y por el de Ruipérez así como por el intento de asesinato de
Cisneros. En la causa que ahora se le seguía, estaba
imputado en un delito de apología del terrorismo al asistir
y participar llevando la caja de una etarra (Olaya
Castresana) fallecida al manejar un explosivo, en cuyo
transcurso se dieron gritos de apoyo a ETA y se portaba en
dicha caja una bandera de la banda terrorista, pidiendo
Otegui un aplauso para todos los “gudaris” que defendían la
autodeterminación.
Ahora, en el juicio por el último hecho delictivo que se le
seguía, el Fiscal General del Estado prescindiendo de
testigos y de pruebas retira la acusación que se cernía
sobre el etarra así que el Juez, a pesar de ser conocido el
delito en que incurrió el mismo, “declara que nada tiene el
Tribunal contra él por lo que lo absuelve al no haber
acusación”.
Todo ello con el agravante de la “chulería” con que se ha
comportado al negarse a asistir a la Audiencia Nacional y
tener que decretarse su búsqueda y captura que se llevó a
cabo por la Policía Nacional para lo cual utilizó un vuelo
chárter para el traslado del mismo a la capital del reino,
cuando no se procedió así dicho sea de paso, por ejemplo,
con la hija del “afamado” Roca de la operación Malaya, a la
que sacaron de un aula de la Facultad de Derecho y
trasladaron, esposada, en un furgón policial hasta Marbella,
ya que ésta sí corría el riesgo de que pudiera escaparse
(?).
Tras tan largo introito, después de lo visto con de la Juana
Chaos y por lo que hemos oído de como “aliados” en el
Congreso que consideran “lógica la decisión judicial
adoptada” y, sin embargo, por la parte opositora se estima
“una decisión indignante, sin precedente como es la
rendición del Estado de Derecho frente a ETA”, nos pueden
quedar dudas por lo que nos preguntamos ¿ha sido que el
gobierno se ha bajado los pantalones o se está actuando para
llegar a un acuerdo con la banda terrorista a fin de que, de
una vez por todas, se acabe con el terrorismo?. Nos tocará,
pues, conocer que clase de acuerdo se trama y será, también,
llegado el momento de opinar sobre el mismo…
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