PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - DOMINGO, 25 DE MARZO DE 2007

 

OPINIÓN / EL OASIS

El abad entrevistado
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

Enchufo mi ordenador y acudo a mis documentos para leer los sumarios que venían en una entrevista hecha a Josep María Soler, Abad de Montserrat, en El País. La fecha fue un 27 de agosto de 2006. De cuya entrevista, por cierto, le prometí una copia a un cura amigo. Pero hasta el momento no he cumplido mi promesa. El hecho de guardar en el ordenador las respuestas más destacadas del abad, de quien elogiaban su prudencia, se debió a que no esperaba que alguien perteneciente a la Iglesia pudiera hablar con tanta rotundidad.

Ahora, a pesar de los meses transcurridos, el titular me sigue pareciendo firme y vigoroso: “Es faltar a la verdad decir que la Iglesia está perseguida en España”. De ahí que siga sin entender que los socialistas no dejen de ser tachados como fanáticos anticlericales.

Primer sumario: “Es fácil percibir que un sector de la jerarquía católica tiene nostalgia del nacionalcatolicismo, sobre todo en ciertos círculos de la Conferencia Episcopal”. Y no puedo por menos que acordarme de Rouco Varela y Cañizares.

Segundo: “Es lamentable que los obispos no tengan el coraje de frenar la estrategia de envenenamiento de la sociedad que llevan a cabo colaboradores de la COPE”. El nombre de Federico Jiménez Losantos se me hace presente. Y qué decir de Ignacio Villa, entre otros.

Tercero: “Veo a la Iglesia como una realidad llena de vida, todavía, pero de una vida que languidece, sobre todo en Europa. Pese a todo quiero ser optimista”. Y me voy directo a entresacar este párrafo de la columna que le leí, el jueves pasado, a Manuel Hidalgo en El Mundo. “Los obispos se empecinan en hablar, para entendernos, del laicismo furibundo de los gobernantes socialistas y, ahora viene la hipótesis, lo que quizás esté ocurriendo sea un deslizamiento de los católicos hacia un protestantismo puesto al día y, claro, muy alejado del rigorismo nórdico”.

Cuarto: “La Iglesia no debe quedar identificada con ningún partido concreto, en este caso con el Partido Popular como lo está haciendo”. Todavía los obispos no habían salido en manifestación por las calles de Madrid.

Preguntado el abad por si oye la COPE, responde: ¡No, no! ¡Gracias a Dios hay otras voces en la Iglesia! Por ejemplo, en el tema de la COPE, que yo ya no la escucho, he hecho algunas gestiones en el Vaticano, en la Nunciatura, y firmé un documento que se envió a la Conferencia Episcopal protestando por sus contenidos. Conviene decir que el monasterio benedictino de Montserrat está muy enraizado en la cultura catalana y su lengua. Y que en el imaginario popular, dice su abad, es un referente del nacionalismo. Aunque equiparar Montserrat a nacionalismo es una visión reduccionista, según él.

Cuando leí la entrevista en el día de su publicación, donde el abad Josep María Soler confesaba ser de centroderecha y de amar a Cataluña sin complejos, ya me percaté de que España caminaba hacia una gran división. Es decir, que pronto estarían las dos Españas metidas en un peligroso lío y ante las miradas atónitas y preocupadas de quienes forman la tercera España.

La que está pidiendo a gritos que haya un partido de derechas laico y que no haga suyas esas consignas diarias de una emisora de radio en la cual hay programas que invitan a creer que algunos obispos, al permitirlos, se han alejado ya de la moral e ideales cristianos. Unos programas donde se vierten expresiones brutales y terroríficas por parte de varios personajes a cuyo frente está un caudillo converso. Una inteligencia al servicio de unos intereses destructivos. No me extraña que quienes pertenecen a la tercera España estén asustados. No es para menos.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto