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cultura - DOMINGO, 25 DE MARZO DE 2007


Moncho Borrajo. ASLE

espectáculos / entrevista
 

Borrajo: “Ochenta y cuatro chaquetas resumen mi
trayectoria artística”

El actor gallego centra sus perspectivas
en una fundación para niños con
necesidades especiales y superdotados
 

CEUTA
Elsa Cabria
elsacabria@elpueblodeceuta.com

Moncho Borrajo se despide y cierra de su faceta teatral, pero no tiene intención de abandonar la vida pública. La cuestión, a partir de ahora, es proseguir con otras actividades, otra manera de enfrentarse al público. Una fundación para niños superdotados y discapacitados, charlas en universidades, colaboraciones en medios de comunicación, más pintar, más escribir. Sabe que tiene el don de la palabra y, después de haber ahorrado para vivir desahogado, espera tener tiempo para tomarse el café de la sobremesa.

Pregunta: ¿Cuántas chaquetas resumen 36 años de trayectoria?


Respuesta: En total habré usado unas cien, y este show se resume en 84. Cuando tiene un cierto carisma, logra que la gente no se fije en el escenario. En esta función no salgo del escenario y se me ocurrió que qué mejor resumen de una vida que mis chaquetas. Faltan algunas porque se van a una fundación que estoy montando en mi pueblo, en Galicia. Resumen muy bien mi trayectoria porque hace treinta años no era normal llevar chaquetas a juego con el pañuelo. Es un homenaje implícito a mi padre que era sastre y una forma de ver como han cambiado las tendencias.

P: Despedida y cierre teatral... ¿Y de la pintura, y de escribir narrativa?

R: No. Esto es una mudanza. He recorrido toda la geografía española, he pasado de una suite de lujo a una pensión. De cena alucinante a bocadillo. Una vez un crítico me llamó manipulador d sentimientos y me pareció muy acertado porque manejo emociones y hago una critica social fuerte con vocabulario ordinario en ocasiones para fastidiar. Son conceptos diferentes. Estudié Bellas Artes, me encanta; he escrito cuatro obras de teatro, no voy a dejar nada. Yo me despido de una manera de trabajar, pero seguiré dentro del mundo del espectáculo. Voy a dirigir mi vida. Voy a limpiar esta buhardilla de cosas que no valen para nada. La gente me dice ‘y ahora qué’ y siento que les dejo huérfanos, pero quiero volver a casa. Quiero irme cuando estoy arriba. Como decía Concha Piquer: Cuando veas que puedes bajar el primer peldaño, márchate porque aquí te hacen que bajes todos de golpe. En este sentido España es un país cutre.

P: ¿Se pueden cumplir todas las peticiones del público?


R: Para preparar esto hablé con mucha gente y les pregunté que era lo que más les había gustado de lo que había hecho. Decidí no pensar en lo que me gusta a mi sino en el público. Parece que mi espectáculo no está preparado, pero sólo tiene un 30% de improvisación. Intento hacer una terapia de grupo, pero siempre hay cosas de las que nunca me he reído: minusválidos, pateras, terrorismo. Me quedo con los prepotentes, los hipócritas. Por eso muchos políticos me temen. Del humor a la sangre hay un abismo y es un paso que no hay que dar. Y la gente perdona siempre más un taco que una pedantería.
 

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