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La Sesión Plenaria Extraordinaria
programada para el próximo martes con el fin de debatir el
texto de la iniciativa legislativa que propugna ampliar
hasta el 50% y a todos los sectores de la economía de la
ciudad las bonificaciones a las cuotas de la Seguridad
Social que el último Gobierno del Partido Popular puso en
marcha durante los primeros meses de 2004 será, con toda
probabilidad, el último gran acto institucional que se
vivirá en el Palacio autonómico en el plano estrictamente
político esta legislatura. Antes de entrar en la discusión
de quiénes son los que deberán defenderla en las Cortes
Generales, todas las formaciones políticas con
representación en la Asamblea tienen ante sí una oportunidad
única de olvidar sus disputas partidistas y sumar fuerzas
para demostrar al Congreso que todos los representantes
institucionales de Ceuta creen, sin duda, en las
consecuencias beneficiosas que traería para la ciudad
autónoma y para su maltrecha economía.
El Grupo Parlamentario Popular está a tiempo de convencer a
la oposición de que no sólo desea que los demás “se suban a
su carro”, como ayer lamentó el líder de la oposición,
Mohamed Ali, sino de que su voluntad real es la de impulsar,
desde su mayoría, una iniciativa consensuada y unánimemente
secundada de cuyo texto todos se sientan partícipes.
El papel de la UDCE, el PSOE y el PDSC no debe ser menor en
este asunto. Los primeros reiteraron el martes en el
Ministerio de Trabajo la bondad de la propuesta, que también
incluyeron en el documento que aportaron al Gobierno
central, por lo que su voto favorable (y, seguramente el del
PDSC en virtud de su acuerdo en la Asamblea) se da por
descontado. El PSOE, aún cuando la fecha escogida para su
debate pueda parecerle electoralista, debería ser coherente
con su programa electoral, en el que también se recogía, y
poner un broche político ejemplificante para la ciudadanía a
la legislatura que termina.
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OPINIÓN / EDITORIAL
