He leído con un interés no exento
de sorpresa las manifestaciones del comunista Llamazares
acerca de que, “los ceutíes deben ser como el resto de los
españoles” ¡que señor tan amable y tan cumplido! Vamos, la
cagaíta de la paloma, aunque me pregunto, dentro de mi
simpleza consustancial ¿Es que se sienten o pueden sentirse
discriminados los ciudadanos de Ceuta con respecto, por
ejemplo, a los andaluces? Yo creo que en absoluto aunque,
lógicamente, las simpatías del Gobierno Central fluctúan
según el partido en el poder madrileño y sus correlativos en
Ceuta y Melilla, aunque, como “Ceuta y Melilla, del toro las
criadillas” es un dicho muy extendido y nuestro toro de
Osborne es realce bellísimo y arquetípico sobre la roja y
gualda, a mí me parecen ciudades muy mimadas y muy queridas.
Por lo menos, los peperos, siempre han estado loquitos con
eso del “Sol de España en África” y los españoles, desde
siempre, por Historia, por tradición, por derecho y por
nuestros cojones, hemos dotado a ambas ciudades autónomas de
un alo de romanticismo, porque son lugares con inmensa
fuerza telúrica y eterna energía eólica. Y encima está el
Ejército que, para la inmensa mayoría de la sociedad es una
institución excelentemente valorada y encima del Ejército la
Legión que despierta delirios colectivos y Regulares “al son
de la chirimía” que despierta pasiones. ¿Qué están
murmurando? ¿Qué existen colectivos marginales tipo
pacifista que detestan a los militares? Bueno, gentuza hay
en todas las sociedades y depravados y, como diría Sarkozy
(mi ídolo) chusma chusmona, mi abuelico diría que, quienes
no respetan lo militar son los vagos y los maleantes y que
algo malo han de haber hecho para temer a la autoridad.
Eso sí, en las fotos que venían en prensa no he visto al
lujo de IU que es mi amigo Karim, lo más representativo que
tienen los depauperados marxistas, aunque este ideólogo del
marxislam neocon es tan atípico y se parece tanto a un
comunista como un huevo a una castaña y le veo más alineado
con una socialdemocracia tipo alemán en plan social e
ideológico, que con estos rojillos de andar por casa, que se
alían con las junteras más estrambóticas y dicen cosas tan
“novedosas” e “interesantes” como que hay que potenciar las
lenguas autóctonas. Muy bien por lo de “lengua” que viene a
reconocer que tanto el catalán, como el vasco, como el
gallego, el bable, el valenciano y demás no son ni serán
jamás idiomas, ya que adolecen del requisito indispensable
de tener proyección universal, sino tan solo “lenguas” en
eso han estado culturetas los izquierdistas y bastante
moderados. Les diré que, en la Comunidad madrileña y en
pueblos concretos, los inmigrantes han comenzado con el
regomello ¿Qué también están en ese plan en otras
Autonomías? Es verdad. Pero resulta absurdo, por muchos
miles de nacionales que estén de esos países europeos, que
consideren el polaco y el rumano lenguas autóctonas
españolas y me parece discriminatorio para los españoles el
que, en las Baleares insistan en que adquiera rango de
lengua autóctona el alemán. Primero porque, el rumano, el
polaco, el ucraniano, el alemán y el inglés, son idiomas
oficiales en sus respectivos países, donde el español no
adquiere ese derecho de reciprocidad y que cada hijo de
vecino hable en lo que le salga del mondongo, pero
cuatrocientos millones de hispanos hablamos, rezamos,
pensamos , lanzamos fulminaciones y materializamos nuestra
incomparable creatividad en español. Y dicen los lingüistas
que el español, el pichingli o spanglish y el chino son los
idiomas del futuro. Junto al ruso. Porque la Madre Rusia es
el próximo gran reto, por derecho propio, de la UE. Pero
Ceuta y Melilla, hermanadas a Andalucía por cultura
autóctona, habla sandunguera, meridional, creativa y
bellísima e hijas también de María Santísimas, romeras y
cofradieras como pocas, son el ojito derecho de todos los
españoles y no hace repajolera falta que lo diga IU.
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