Irak está de moda ello es
recordarle, de forma constante a los populares, que Aznar se
equivocó al hacerse las foto de las Azores. Una táctica,
igual que otra para desgastar al contrario ante la
proximidad de las elecciones municipales. En la guerra como
en el amor todas las tácticas son validas y cada uno emplea
la q ue mejor cree conveniente en esos momentos.
Hay que reconocer que, en esos momentos, Aznar se equivocó
al no hacerle caso a Rato cuando le pidió que se ganasen
primeros las elecciones, y una vez conseguido el triunfo
enviar las tropas a Irak puesto que, la decisión de Aznar
estaba tomada y nadie le iba a hacer retroceder en esa
apuesta que había hecho.
Al no aceptar, el presidente, el consejo de Rato de retrasar
el envío de las tropas más los sucesos acaecidos, llevaron a
los populares a perder las elecciones y a tener pendiente de
sus cabezas, en todo momento, el arma arrojadiza de la
mencionada guerra. Ese arna arrojadiza, sobre los populares,
se sigue utilizando después de que han pasado cuatro años
desde que se iniciara la guerra, y lo que te rondaré morena
del alma.
Sólo importa lo que pasó y sigue pasando en aquella guerra
que, a pesar del tiempo transcurrido y de que, por aquellos
lares, no hay tropas españolas le sigue valiendo a los que
estaban contra ella, para seguir saliendo a la calle en
manifestación, a la que no faltan nunca los del cartelito.
Nada importa lo que pase en Afganistán y que,
desgraciadamente, hayamos tenido una baja y, para que nada
nos falte, tengamos la amenaza del terrorismo islamista por
estar presente en la misma. Eso nada importa, por supuesto,
a los del cartelito para seguir poniéndoselos en la solapita
y salir a la calle en manifestación pidiendo la retirada de
nuestras tropas de aquel lugar. Por lo visto, con la
actuación de todos esos “intelectuales”, aquello no debe ser
una guerra donde, Dios no lo quiera, pueden perder la vida
algún que otro soldado español.
Las guerras, queridos míos todas son malas y debemos ir
contra ellas, se den donde se den y gobierne quien gobierne.
Por nuestro bien y, sobre todo, por el bien de nuestro
ejecito, debemos de huir de participar en cualquier guerra y
luchar, con todas nuestra fuerzas por la paz. Luchar por la
paz es lo único que merece la pena. Lo que, sin duda alguna,
no podemos decir ni manifestarnos es alegando que estamos a
favor de algunas guerras y en contra de otras, dependiendo
de quién o quiénes sean los que nos gobiernen en
determinados momentos. Eso no es de recibo puesto que, el
aplaudir unas e ir contra otras, sólo es una manifestación
de arrimar el ascua a la sardina que más nos interesa en
determinados momentos.
O se está contra todas las guerras o no se está contra
ninguna. No hay más cera que la que arde por mucho que se
empeñen, los del cartelito, en salir a la calle
manifestándose contra una determinada guerra, que se inició
hace cuatro años donde, Aznar, cometió un error al
intervenir en ella, y no salir contra otra guerra que se
está dando en estos momentos, y donde nuestras tropas corren
peligro como, desgraciadamente, se ha demostrado.
Ese mirar hacia otro lado, es pura hipocresía ¿O no?
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