La de ayer fue una mañana complicada para el desplazamiento
en barco desde un lado a otro del Estrecho. Una mañana con
algo de mala suerte para los viajeros del ala Buquebús-
Balearia que vieron como sumaban horas y horas de espera
hasta embarcar. La causa, justificada, es la orden dada
desde Salvamento Marítimo a los ferrys que realizan la ruta
Ceuta- Algeciras para que reduzcan su velocidad para no
perjudicar las labores de reflotamiento del buque encallado
en Getares, el Sierra Nava.
Así, desde el pasado martes, las embarcaciones rápidas que
operan en las líneas Algeciras- Ceuta y Algeciras- Tánger,
redujeron su velocidad a 7 o 10 nudos dependiendo del tramo
de Bahía en el que naveguen. Esta circunstancia ha provocado
los retrasos en la salida y llegada de los ferrys a cada
puerto en el día de ayer. Demoras que a media tarde llegaban
a ser de más de media hora.
Las obras de reflotamiento del Sierra Nava condicionarán el
normal discurso de los ferrys por el Estrecho por lo que la
velocidad reducida podría darse también en el día de hoy y
en algunas jornadas en lo que queda de semana en función de
los trabajos de la grúa en Getares.
La otra cara es la de la gran cantidad de pasajeros que en
un lado y otro de la orilla se han visto afectados por una
medida que ha enlazado con el infortunio ya que el Patricia
Olivia de Buquebús sufrió una avería de motor y suspendió
algunas de sus rotaciones matutinas.
Medio centenar de pasajeros con billetes para el Buquebús de
las 10.00 horas con destino a Ceuta vieron como tenían que
esperar más horas ya que el siguiente barco dentro de la ‘intercambiabilidad’,
el Jaume III de Baleária, llegó con media hora de retraso.
Así, cuando la salida prevista era a las 11.30 horas de
Algeciras, la partida se trasladó a las 12.38 minutos. Un
trayecto marcado por la lentitud en la velocidad de la nave.
La falta de información de los pasajeros y el nerviosismo
generado porque muchos estaban faltando a sus trabajos
hicieron que un grupo de personas se quejara ostensiblemente
sin respuesta. Incluso alguna teoría algo descabellada salía
a la luz. Algunos defendieron que la no salida del ferry de
Buquebús se debió a intereses comerciales debido a la falta
de pasajeros que habían adquirido billetes.
No ayudó mucho el que durante toda la mañana de ayer las
televisiones que anuncian la salida y llegada de los barcos
estuviera estropeada. Así, los pasajeros protagonizaron un
agolpamiento en las calles de embarque cuando se juntaron
los viajeros de Euroferrys con los de Baleária, pese a que
esta última nave aún no había llegado a puerto.
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